Ahora que ya terminó el período para obtener gratis Windows 10, ¿Cómo hará Microsoft para que aquellos que no lo descargaron se pasen al nuevo sistema operativo?
Esa era la pregunta que planteaba un artículo de la revista Forbes, que a la vez daba la respuesta: Microsoft convertirá los sistemas operativos anteriores en Windows 10 ¿Cómo?
La respuesta se extrae del blog de Nathan Mercer, Gerente de Mercadeo de Producto de Microsoft. En él se explica que “de octubre 2016 en adelante, Windows lanzará una sola actualización mensual que atienda las cuestiones de seguridad y confiabilidad”.
Cada nueva actualización sustituirá a la del mes anterior de modo que de ahora en adelante solo se requerirá una sola actualización a fin de que las PC con Windows se mantengan actualizadas.
En teoría suena bien, pues los usuarios de Windows 7 y 8 recibirán una sola descarga cada mes para mantener al día sus computadoras en lugar de un montón de archivos individuales de actualización, lo cual parece simple.
El problema es que este nuevo esquema no solo simplifica las cosas, sino que le da a Microsoft el control sobre las actualizaciones que las PC con Windows 7 y 8 instalarán.
Las versiones anteriores de Windows comenzarán a ser actualizadas igual que Windows 10 al desaparecer las actualizaciones individuales.
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Lo anterior significa que los usuarios de Windows 7 y 8 solo tendrán dos opciones: Dejar de actualizar sus equipos completamente y dejarlos vulnerables a las amenazas cibernéticas o aceptar cada cosa que Microsoft envíe a sus equipos, sea que lo quieran o no.
Estas disposiciones afectarán sobre todo a usuarios que tienen la edición Home de Windows, ya que las versiones profesionales para empresas son administradas de forma independiente y mediante otros procedimientos.
En resumen, desde octubre de este año, Windows 7 y 8 operarán como si fueran Windows 10, pero con el inconveniente de que se trata de versiones menos recientes y aunque siempre tienen la opción de actualizarse a la versión 10, tendrán ahora que pagar por ello.