En la mayoría de los casos, la inseguridad y la responsabilidad de responder por otros son los principales obstáculos para que los líderes eviten delegar.
No es fácil confiar y tener la plena seguridad de que esa tarea (la que era suya) ahora esté a cargo de otra persona. Por supuesto, delegar no significa desentenderse del proceso. Todo lo contrario: tiene que responder por los resultados de la tarea y por el trabajo de la otra persona. A nadie le gusta tener más responsabilidades, sobre todo si cree que puede hacerlo solo.
Según Víctor Hugo Manzanilla, autor del blog Liderazgo hoy, la mayoría de los problemas al delegar se deben a la inseguridad y hace un listado de otros obstáculos que no permiten desarrollar esa confianza tan necesaria en esta nueva era de liderazgo, donde trabajar en equipo es uno de los principales activos de la cultura organizacional.
Solo yo puedo hacerlo bien: si cree que su estándar es el único y el más adecuado, no logrará buen nivel de confianza en su equipo y, en consecuencia, no ayudará a que aprendan y crezcan.
Miedo de perder el control: si escoge a la persona adecuada y de más confianza para delegarle tareas que eran suyas, no está perdiendo el control de nada porque la persona responderá de manera positiva y se mostrará más activa al percibir la confianza.
Si lo hace usted, resalta y se convertierte en indispensable: el escritor del blog destaca que la capacidad de colaboración en el trabajo hace resaltar a los mejores líderes. Creer que puede hacerlo todo solo no demuestra que puede ser buen líder.