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Vecinos, horrorizados por muerte de mujer en rito satánico

  • 07 mayo 2018 /

El inmueble en la aldea Corralitos, que ahora es propiedad del Inprema, está debidamente cercado, pero al parecer no tiene vigilancia permanente.

    Tegucigalpa, Honduras

    Basura acumulada, vestigios de un inmueble en total abandono y una perceptible mala vibra retratan el escenario macabro en el que murió Gloria Liceth Izaguirre Torres.

    Inmersa entre árboles de pino y roble en la aldea Corralitos, jurisdicción del Distrito Central, está ubicada la vivienda donde la tarde del sábado hallaron el cuerpo de la mujer raptada ese mismo día a las 6:30 am.

    Uno de los pobladores relató que “como a las 7:45 de la mañana vimos pasar dos carros que iban a toda velocidad para abajo”. Contó que “desde que pasaron esos carros no se volvió a escuchar nada de bulla cerca de esa casa, parecía como que si nada hubiera pasado”. De acuerdo con los grafitis grabados en las vetustas paredes se observa que hubo actividades que podrían relacionarse con hechos rituales que allí pudieron haberse realizado desde hace algún tiempo.

    Don Juan Gómez, nativo del lugar desde hace 73 años, narró que “esa casa era un lugar donde vivían sacerdotes y monjas, pero le estoy contando que fue hace mucho tiempo, yo era un cipote”.

    “Los domingos mi mamá iba a misa a La Providencia, así le decían antes a ese lugar, todos los domingos hacían misa”, recordó don Juan, quien asegura que el sitio fue abandonado por los sacerdotes y las monjas hace más de 40 años y nadie más lo volvió a habitar. Al consultarle a una fuente de la Iglesia Católica sobre este sitio, manifestó que en el lugar nunca existió tal refugio de presbíteros ni monjas.

    La vivienda actualmente es propiedad del Inprema.

    En muchas de las paredes construidas con adobes se puede observar grafitis similares a los utilizados por las barras de los equipos Motagua y Olimpia. Las leyendas “Ultra Fiel”, usada por el Olimpia, y “JAH”, por los aficionados motagüenses, están pintadas en letras grandes en varias de las habitaciones. En el piso del cuarto adonde ocurrió lo que se cree fue parte de un rito satánico todavía están las mantas negras con las que taparon las ventanas del cuarto en el que estaba el cuerpo de Gloria Liceth.

    Los vecinos reaccionaron ayer con sorpresa, asombro y hasta espanto ante lo ocurrido.