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Un policía tenía contacto con los asesinos de los Gauggel

  • 05 marzo 2017 /

En las escuchas telefónicas se establece que a las víctimas las vigilaron dentro del banco donde estaban haciendo transacciones. Varios vinculados no han sido acusados.

San Pedro Sula, Honduras.

Un policía filtró información a la banda de delincuentes que asesinó al abogado José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina el 10 de abril de 2015.

Esa información fue parte del resultado de las escuchas telefónicas ordenadas por las autoridades luego de la captura de dos de los sospechosos, quienes recientemente fueron condenados a 36 años de prisión por los crímenes y por el delito de robo.

Las interioridades del caso de los Gauggel no se ventilaron en juicio oral y público, pues Gabriel Enrique Ponce y Fredy Mauricio Mejía Castellanos se sometieron a un proceso de estricta conformidad en el que aceptaron haber participado en el hecho.

Documentos en poder de LA PRENSA revelan cómo los miembros de la organización criminal cometieron los asesinatos del exmagistrado de la Corte Suprema y de su hijo.

La Fiscalía tenía un testigo que afirmaba que los delincuentes se llevaron el dinero de la camioneta.
Gabriel Enrique Ponce fue capturado el mismo día del crimen, pues resultó herido cuando José Eduardo Gauggel Medina le disparó al ver que estaban atacando a su padre.

Padre e hijo, el 10 de abril de 2015, efectuaron varias transacciones en un banco y luego se dirigieron a su casa en el barrio Los Andes (3 calle, 14 y 15 avenidas) a bordo de un pick-up doble cabina blindado.

Gauggel Rivas se bajó del carro y se dirigió a abrir el portón, pero en ese momento llegaron varios delincuentes a bordo de una camioneta Isuzu Rodeo verde y un turismo Mitsubishi negro.

José Eduardo Gauggel Rivas fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia. José Eduardo Gauggel Medina logró dispararle a uno de los delincuentes.

Dos de los delincuentes se dirigieron a Gauggel Rivas y le dispararon en varias ocasiones. Al ver la acción, su hijo, quien estaba en el vehículo, abrió la puerta del pick-up y disparó en contra de Gabriel Ponce hiriéndolo en el codo del brazo derecho, pero no siguió disparando porque el arma se le “enconchó”.

Los delincuentes aprovecharon y dispararon contra José Eduardo Gauggel Medina, quien retrocedió en el vehículo hasta impactar en un muro, donde quedó muerto.


Un testigo protegido de la Fiscalía señala en sus declaraciones que vio que los sujetos después de dispararle a Gauggel Medina sacaron de la cabina del carro una bolsa negra.

Después del hecho, los investigadores lograron ubicar a Gabriel Enrique Ponce en una clínica de Villanueva, donde había buscado atención. También capturaron a Fredy Mauricio Mejía Castellanos, alias Chiqui.

Claves de la investigación
1. Herido
Gabriel Enrique Ponce resultó herido cuando Eduardo Gauggel (hijo) le disparó. Los agentes de investigación comenzaron a buscarlo en clínicas de San Pedro Sula, La Lima y El Progreso, verificando en videos que ingresó y salió junto con otro sujeto a una en el barrio Medina, de San Pedro Sula.
2. Ubican al primer sospechoso
Ponce fue ubicado en una clínica de Villanueva, donde fue ingresado por sus compinches porque ya sabían que la Policía los buscaba en SPS. El individuo comenzó a quemar a los demás implicados, a quienes identificó como Chiqui, Pelón y el Chino.
3. Capturas
Con las informaciones capturaron a Fredy Mauricio Mejía Castellanos, alias Chiqui, quien quedó grabado en los videos de las clínicas, al igual que la camioneta Izusu Rodeo color verde, cuya placa andaban tapada para evitar que fuera identificada por la Policía.
Escuchas

Las intervenciones telefónicas hechas desde el 11 de abril de 2015 revelaron cómo sucedieron los hechos y que un policía, de apellido Mendoza, estaba al tanto del caso y brindaba información a los allegados a uno de los delincuentes. En total, los analistas extrajeron 219 audios en los que los sujetos dicen sus nombres y alias.

En uno de los audios, uno, identificado como Capo (Fabio), y su interlocutor, Pedro, hablaron el 11 de abril de 2015 refiriéndose a que las cosas estaban “calientes”, que no tenían que salir de sus casas y cambiar sus chips.

Pedro: ¿Qué hubo Capo?

Capo: no, que ese maje mencionó la verde y todo.

Pedro: sí ombe, hasta el Chino

Capo: sí ombe.

Pedro : nombe yo no dormí. Me desperté a las 2, a las 3, pero el pedo es que ese no conoce las casas de nosotros.

Capo: eso es lo bueno, pero nos conoce de cara y me puede involucrar, me la puedo ganar con el tiempo.

Capo: hay que cambiar los teléfonos.

Pedro: con Cocú es que he hablado y le cuento que aquel está diciendo todos los nombres, mejor lo hubiéramos matado.

Capo: sí, pero todavía se puede ahí adentro.

Pedro: no, ya no se puede ya cantó, era antes Capo, me entiende cuando yo lo llevaba en la camioneta.

Al tener esas conversaciones, los investigadores lograron establecer los lugares hacia donde se movieron los sujetos tras cometer los crímenes, además, confirmar los carros que utilizaron. El turismo negro fue llevado a un parqueo del barrio Concepción y la camioneta Izusu Rodeo verde, abandonada en las cercanía del parque de San Manuel, Cortés.

En otros de los audios, Pedro y Capo continúan diciendo:

Pedro: ahorita no tengo dinero compa, no acaparó nada usted allá.

Capo: nombe, si nada todavía ahorita estaba c..... en mi casa

Pedro: no le ponga mente Capo, a usted nadie lo va a ir a tocar ahí, nadie, al menos que me unten a mí, ahí póngase vivo o que levanten a Fran, me entiende.

Claves de la investigación
4. El análisis de las escuchas telefónicas
Indica que Fabio, alias Capo, Pelón, Pedro Pineda, Cristian, Cocú, Pepi , Fran, Chiqui, Chino y Nacho son cómplices y participaron en los crímenes, puesto que en las conversaciones relatan cómo sucedieron los hechos y la participación de cada uno de ellos.
5. Logran identificar dos individuos
Pese a que en las conversaciones de los números 33048053 (Pedro) y 31400247 (Capo) están vinculados con el expediente 144-2015 de los crímenes del abogado Gauggel y su hijo. En el expediente no se señala acusación en contra de ellos.
6. Intervención telefónica quema a policía
Los analistas señalan que algunos de los miembros de la banda se comunican con un policía de apellido Mendoza, el cual les proporciona alguna información y con quien se reunieron en varias ocasiones antes y después de los hechos ocurridos el 10 de abril de 2015.
Con esos diálogos de los implicados y otros indicios, no había certeza para demostrar que se robaron los 200,000 lempiras que se llevaron después de dispararles a las víctimas. Las escuchas telefónicas confirman que hubo más participantes en los asesinatos del abogado y su hijo, pero no han sido capturados.

Las conversaciones revelaron que ambos, Pedro y Capo, estaban ubicados en zonas de Villanueva y San Manuel.

El policía

El agente de la Policía es mencionado en una conversación entre Pedro y Cocú.

Cocú: y con el alero suyo ha hablado, ¿con el policía?

Pedro: nombre, si más bien la vez pasada nosotros fuimos a hablar con él y el clase de él dijo: ‘Hey vo, ¿ese es el que estaba hablando con vos aquel día allá en Lomas?

Cocú: ¿cómo así?

Pedro: que yo fui con el Chino y con Pepi a hablar con él y con Chiqui un día que nos llamó y creo que nos reconoció el clase.

En otra de las conversaciones sobre el policía Mendoza, revela que él lo ha alertado de la presencia de las autoridades en las cercanías de sus casas, por lo que uno de los contactos acuerda reunirse con el agente. La Fiscalía no logró identificarlo.

Otra de las informaciones que recibieron los miembros de la banda es que la DNIC andaba en la lista a Pedro Pineda, el Capo, a otro de apellido Lemus y al Chiqui (condenado). Durante la investigación, algunos de los mencionados, como Fabio, fueron aprehendidos por la Policía, pero no los acusaron.