La millonaria fortuna de Magdaleno Meza, que la Policía busca en una laguna de la aldea La Coroza y en otras caletas ocultas en diferentes haciendas, ha dejado una ola de asesinatos y desapariciones en el departamento de Santa Bárbara.
Tras la revelación que hizo un empleado de confianza del narcotraficante asesinado en 2019 sobre el botín escondido en la hacienda, empezó la disputa de la fortuna de Meza entre tres organizaciones criminales, lo que ha provocado muchas muertes y desapariciones.
Entre esos asesinatos está el de Erika Julissa Bandy, esposa de Magdaleno Meza, que según las hipótesis policiales el móvil de su muerte es el reclamo de organizaciones criminales del dinero y el oro que supuestamente está en el botín de la laguna.
También se dio el hallazgo, desentierro y robo de parte de trabajadores de Meza con otras personas de caletas en otras propiedades del capo, que también desencadenó otra ola de crímenes y desapariciones.
La violencia por la “guerra” de la riqueza de Meza se ha marcado más en los municipios de Quimistán, Macuelizo y Azacualpa. En esos sectores han ocurrido más de 25 asesinatos y desapariciones, algunos de los cuales son del conocimiento de la Policía y el Ministerio Público, porque familiares de las víctimas denunciaron los hechos en el ente acusador y en la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
A varios de los parientes de las víctimas, las autoridades los sacaron de Honduras y están asilados en otros países luego de que les tomaran declaración como testigos protegidos porque sus vidas estaban en un inminente riesgo.
Uno de esos casos es el de dos trabajadores de Magdaleno, que con otros seis amigos de ellos desenterraron y se robaron una caleta con 20 millones de dólares del narco en 2020 en una de sus haciendas en Macuelizo, Santa Bárbara.
Entre ellos se mataron
Después del robo de los 20 millones de dólares, hace más de cuatro años, los implicados se empezaron a matar entre ellos por la codicia de quedarse con el botín.
Los sobrevivientes empezaron a llevar una vida de opulencia comprando lujosas casas, carros último modelo, motocicletas y dándose todo tipo de lujos ellos y sus parientes.
Los que se habían quedado con el botín fueron ultimados por miembros de una organización criminal que opera en la zona y que tenía nexos con Magdaleno Meza.
Las declaraciones de testigos en poder de la Policía establecen que a los implicados en el robo de los 20 millones los citaron a una hacienda donde los desaparecieron y después algunos de ellos aparecieron asesinados. Por ese caso se dieron al menos diez muertes.

A los familiares de las víctimas, los miembros de la organización criminal los obligaron a que les devolvieran los millones que tenían del botín y también les quitaron las escrituras de las casas y de los otros bienes que habían comprado.
A mediados del año pasado se dio otro caso del robo de otra caleta de Magdaleno Meza en otra de sus propiedades en ese sector. La caleta, según lo informado, tenía 500,000 dólares y unas armas.
De acuerdo con lo informado, por ese caso investigan a unos policías que supuestamente participaron en el robo del dinero y las armas.
Policía busca botín
Las autoridades policiales empezaron a indagar para dar con el lugar exacto donde se encuentra escondido el botín en la laguna de La Coroza y en los últimos días de diciembre ejecutaron operativos en esa comunidad y obtuvieron la información de que el botín estaba oculto en el estero ubicado en una de las haciendas de Meza.
La información que maneja la Policía es que en la caleta hay dinero, droga, armas y oro. Se informó que desde el 30 de diciembre localizaron el objetivo, y con ayuda de maquinaria la Policía ha logrado encontrar indicios de lo que sería el cuantioso botín.
En la hacienda de Magdaleno Meza, en cuyos predios está oculto el botín en la laguna, la Policía tiene instalado un campamento en el que los agentes a cargo de la operación pernoctan desde hace 20 días y siguen en la búsqueda del botín.
Magdaleno Meza, cuyo nombre verdadero era Nery López Zanabria, fue capturado con su esposa Erika Bandy el 6 de junio de 2018 en un retén de la Policía Militar en carretera de occidente en las cercanías del Tercer Batallón de Infantería.
El 26 de octubre de 2019, Meza fue asesinado en la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, en Ilama, Santa Bárbara, a manos de cuatro reos miembros de una pandilla, los cuales fueron condenados a 20 años de prisión.
Asu esposa Erika, unos sicarios vestidos de agentes de la DPI la mataron el 22 de junio de 2023 en una panadería en la colonia Moderna de San Pedro Sula. Los sicarios también asesinaron a los dos guardaespaldas de Erika Julissa Bandy.
