San Pedro Sula, Honduras.
El Ministerio Público pide para Roberto Carlos Herrera, alias Poloco y Edgar Pilar Barahona, alias Bembudo, integrantes de la mara Salvatrucha, una sentencia condenatoria de 30 años de reclusión.
Los reos son acusados por la Fiscalía de Delitos contra la Vida del asesinato de Santos Lino Castellanos Perdomo, José Cristo Castellanos Hernández y José Manuel Banegas Traña, el 11 de noviembre de 2011.
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Los ahora occisos fueron sacados del merendero Marlen, ubicado en la 6 calle 3 avenida del barrio Medina, en donde departían por cinco sujetos identificados como Edgar Fernando Meza Gutiérrez, alias el Flaco, Cristian Orestes Alvarado Cruz y otro hombre conocido con el alias Camión y llevados al hotel Castro ubicado en el mismo barrio en donde los ataron de manos y pies, los torturaron y posteriormente los mataron e introdujeron en bolsas plásticas.
El juicio oral y público que se sigue contra los encartados culminó ayer con la declaración de un testigo protegido con clave PAT -2015, quien afirmó ante los jueces de la sala primera haber visto a alias Poloco y alias Bembudo golpear, sacar de un cuarto e introducir a uno de los ahora asesinados a otro apartamento.
“Escuchaba gritos y golpes”, afirmó el testigo. “Estaba hospedado en el hotel Castro, me fui a la terraza a fumar un cigarro y vi un grupo de cinco hombres y tres mujeres en la cuartería 35 de donde sacaban a un hombre trigueño, bajo, pelón, con jeans azul, camisa rayada y tenis blancos a quien iban golpeando”, declaró el testigo.
Agregó que los hombres tenían en sus manos palos, cuchillos y pistolas.
El declarante describió a una de las mujeres como gorda, blanca, pelo pintado y con un tatuaje en la espalda. Además contó que otro de los hombres que estaba en el grupo ese día era delgado, trigueño, pelo negro; y el otro, dijo que era blanco, alto y un poco fornido.
El testigo con clave PAT-2015 reconoció a los encausados en la sala de juicio como dos de los hombres que golpeaban a uno de los ahora víctimas en el hotel Boarding House Castro, conocido como el “hotel del terror”.
El Ministerio Público además presentó un testigo quien relató como los acusados lo contrataban para que fuera a botar en bolsas plásticas a solares baldíos o basureros clandestinos.
La defensa de los imputados alegó la inocencia de sus clientes y refutó las pruebas presentadas por la Fiscalía.
El Tribunal tenía que emitir ayer su veredicto, pero dijo que debido a la complejidad del caso daría el fallo el lunes, por lo que se convocó a las partes para ese día a las 11:30 am.
