20/05/2025
02:15 AM

Reos se fugan por túnel

Dos reclusos que guardaban prisión en la Granja Penal de El Porvenir protagonizaron una fuga de película al escapar por un túnel que cavaron desde el servicio sanitario de su bartolina hasta un solar baldío que colinda con la parte trasera el reclusorio.

Dos reclusos que guardaban prisión en la Granja Penal de El Porvenir protagonizaron una fuga de película al escapar por un túnel que cavaron desde el servicio sanitario de su bartolina hasta un solar baldío que colinda con la parte trasera el reclusorio.

Los presidiarios aprovecharon la lluvia y oscuridad de la noche del domingo para huir. Uno de los fugitivos fue identificado como Neptalí Argueta Chávez, que guardaba prisión por evasión, tentativa de asesinato y robo.
El otro prófugo es Carlos Ramiro Martínez Velásquez, éste estaba preso por evasión y robo agravado.

Los fugados estaban en una celda destinada para internos peligrosos. El reducido espacio de la bartolina no fue obstáculo para que hicieran el túnel.

Las autoridades confirmaron que un tercer reo que estaba en la misma celda de Martínez y Argueta no quiso fugarse por temor.

Sólo sacos hallaron
A las cinco de la mañana las autoridades del penal empezaron a pasar lista para verificar si todos los presos estaban en el penal.

Unos policías penitenciarios le hicieron varios llamados a los reclusos Neptalí Argueta y Carlos Martínez, pero no respondían al llamado.

Minutos después se buscó una llave para abrir la puerta del calabozo y al entrar comprobaron que no estaban los reos.

En la celda sólo había unos cincuenta sacos llenos de barro y tierra que extrajeron para hacer el subterráneo.

El túnel que hicieron los prófugos mide unos diez metros. “Tuvimos la novedad de que este día en horas de la madrugada los internos Neptalí Argueta Chávez y Carlos Ramiro Martínez se fugaron al hacer un túnel en su celda. Eso lo supimos cuando se pasó lista y ellos no aparecían”, detalló Héctor Orlando Matamoros, director de La Granja Penal.

Matamoros dijo que el fin de semana él no se encontraba en funciones por lo que el mando se lo delegó al clase uno Nelson Omar Meza, a quien dijo que se le hará el descargo correspondiente.

Una de las preguntas que no respondió Matamoros con claridad y contundencia es que cómo era posible que no hubieran detectado la gran cantidad de sacos llenos de tierra que había en la celda.
“Los fines de semana no tenemos suficiente vigilancia en el sitio, pero el resto de los días sí se hacen de una a dos revisiones en las celdas”, afirmó.

Las pesquisas
Al sitio llegaron agentes de la Dgic, quienes buscaban pistas para determinar si hubo algún grado de complicidad de algunos guardias penitenciarios. Los agentes de la Policía de Investigación entrevistarán a los custodios que estaban de turno el fin de semana y al reo que era compañero de calabozo de los dos fugados.

El 11 de agosto de 1997 380 reos protagonizaron la primera fuga masiva de un presidio hondureño. Para lograrlo, rociaron gasolina en el techo del reclusorio de Santa Bárbara, le prendieron fuego y empezaron su espectacular huida.

Los reclusos tramaron esa decisión porque estaban hartos del hacinamiento en que vivían. Huyeron después de saltarse los muros y romper los portones principales. Aunque ochenta reos se entregaron y veinte más fueron recapturados, su iniciativa incitó los motines que hasta la fecha no han parado.

El acto protagonizado por los reos pateplumas fue imitado posteriormente por los de Trujillo.
Sus fines eran distintos.

Lograron amotinarse y tomar control del recinto carcelario para exigir justicia por la muerte de un compañero y demandar mejores condiciones de vida.

Los escapados

Carlos Ramiro Martínez ingresó el 24 de abril de 2003 por evasión y robo agravado.

Neptalí Argueta Chávez ingresó el 21 de octubre de 2004 por asesinato, evasión y tentativa de asesinato.