Una nueva balacera es escuchó en el interior de la cárcel de “máxima seguridad” ubicada en Ilama, Santa Bárbara, mejor conocida como “El Pozo”.
Esta nueva reyerta ocurrió poco después de que la presidenta Xiomara Castro anunciara una intervención en los centros penales de Honduras, pues ayer hubo balaceras simultáneas en cuatro cárceles y el saldo fue de una persona muerta y siete heridas.
“Voy a poner mano dura y orden en las cárceles, hasta transformarlas en Centros Penales de rehabilitación, no en escuelas de crimen y tortura como lo que he heredado”, señaló la presidenta hondureña.
SE REPITE
Fueron residentes cercanos a El Pozo quienes reportaron que hoy, Domingo de Resurrección, se volvió a escuchar detonaciones de armas de grueso calibre.
Los nuevos incidentes violentos fueron confirmados por la portavoz del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Digna Aguilar, mientras realizaban una conferencia de prensa en la capital de Honduras.
En la cárcel de Ilama se reportan “disparos y amotinamiento” de los reclusos, indicó Aguilar, sin precisar si hay personas muertas o heridas en el interior de la prisión.
Al parecer, el enfrentamiento se da entre reclusos de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la pandilla Barrio 18 en la cárcel conocida como El Pozo, donde este sábado un amotinamiento dejó falleció un preso y dos resultados heridos.
De momento se desconoce si este suceso dejó víctimas heridas o mortales.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por unas 26 cárceles, alberga a 19.658 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales.
Los tiroteos, los motines y el decomiso de armas son frecuentes en la cárceles de Honduras, donde además impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.