San Pedro Sula, Honduras.
Un carro quemado, un muerto y diez heridos es lo que dejó ayer el enfrentamiento que se produjo entre policías y pobladores de Villanueva, Cortés, en un desalojo en unos predios situados en la zona de la colonia Gracias a Dios.
El victimado es el menor Fernando José Castro Ramírez (16). Un contingente de 150 elementos de la Policía Militar y la Policía Nacional llegaron a los predios a eso de las 6:00 am a la colonia llamada por sus ocupantes Regalo de Dios.
Los uniformados entraron a los terrenos en disputa con tractores y carros pesados y empezaron a desalojar a los supuestos usurpadores.
En un principio las personas que estaban en posesión de las tierras no se resistieron, pero al ver que les estaban destruyendo las viviendas que habían construido y sacándolos por la fuerza se molestaron y se dieron los primeros enfrentamientos leves porque los desahuciados empezaron a lanzarle piedras a los agentes policiales. Después se siguieron dando más enfrentamientos y el estado de ánimo de ambas partes se fue exacerbando.
Los policías tuvieron que lanzarles gas lacrimógeno a los desalojados para evitar que los siguieran atacando. A eso de las 11:40 am, los policías detuvieron a varios de los supuestos invasores y eso caldeó más los ánimos de sus compañeros, quienes atacaron de forma más violenta a los agentes. Los desalojados relataron que los uniformados les lanzaron gases lacrimógenos y dispararon sus fusiles. Relataron que el menor Castro Martínez fue perseguido por unos policías y uno de ellos tras alcanzarlo fuera de los predios en disputa en una de las calles de la colonia Gracias a Dios le disparó.
Los ocupantes de las tierras indicaron que el menor no estaba participando en nada del desalojo, sino que iba saliendo de un negocio situado en el lugar del conflicto de comprar unos comestibles. El menor fue llevado con vida herido a un centro asistencial, pero murió en el trayecto. El cadáver del jovencito fue llevado de nuevo al lugar del conflicto y los desalojados lo dejaron tirado en la entrada de los terrenos en disputa. Los enfrentamientos entre policías y pobladores se siguieron dando durante el resto del día. Los desahuciados le prendieron fuego a un trailer que llevaron las autoridades para ejecutar el desalojo. Los supuestos usurpadores dijeron que quien reclama los terrenos es Alejandrina Aguilar, pero manifestaron que los predios son ejidales.
María Elizabeth Ortiz, una de las desalojadas, manifestó que tienen cuatro años de vivir en las tierras y “ahora que la señora (la supuesta propietaria de la tierra) mira bien arreglado acá, dice quiere meter mano y que es la dueña del terreno y queremos que nos muestre los papeles originales porque ella solo falsos presenta”. Ortiz dijo que los policías entraron con las máquinas y empezaron a sacar a patadas a varios de los ocupantes de los terrenos.
“
Queremos que se haga justicia en el crimen del menor y lo único que le pedimos al Presidente es un pedacito de predio”, expresó Ortiz. Grevil Castro, padre del menor victimado, aclaró que su hijo pasaba en la casa en la colonia Brisas del Plan porque no trabajaba, y pidió que se haga justicia. El fiscal de Derechos Humanos Reynaldo Canales, quien llegó al lugar, manifestó que iniciaron las investigaciones sobre la muerte del menor.
Canales manifestó que también indagarán si las autoridades siguieron el procedimiento que establece el manual del uso de la fuerza. La jueza ejecutora del desalojo, quien por seguridad no dio su nombre, explicó que desde el 17 de junio se dio la orden del deshaucio y la semana pasada avisaron a las familias que estaban en la propiedad para que desalojaran por la vía pacífica. La Secretaría de Seguridad emitió un comunicado ayer en el que se establece que la Policía se hizo acompañar al lugar por un juez ejecutor y representantes de los Derechos Humanos, quienes avalaron la ejecución del procedimiento policial conforme a derecho, que permitiera garantizar el respeto a la propiedad privada y la integridad física de las personas que ocupaban ilegalmente las tierras.
“Es oportuno mencionar que cuando se realizan estas procedimientos policiales los integrantes de la institución no portan ningún tipo de municiones, solo las armas disuasivas permitidas por el Manual del Uso de la Fuerza de las Naciones Unidas (bombas lacrimógenas, toletes, escopetas lanzagranadas de gas lacrimógeno, escudos y cascos de protección”, dice el comunicado.
Un carro quemado, un muerto y diez heridos es lo que dejó ayer el enfrentamiento que se produjo entre policías y pobladores de Villanueva, Cortés, en un desalojo en unos predios situados en la zona de la colonia Gracias a Dios.
El victimado es el menor Fernando José Castro Ramírez (16). Un contingente de 150 elementos de la Policía Militar y la Policía Nacional llegaron a los predios a eso de las 6:00 am a la colonia llamada por sus ocupantes Regalo de Dios.
Los uniformados entraron a los terrenos en disputa con tractores y carros pesados y empezaron a desalojar a los supuestos usurpadores.
En un principio las personas que estaban en posesión de las tierras no se resistieron, pero al ver que les estaban destruyendo las viviendas que habían construido y sacándolos por la fuerza se molestaron y se dieron los primeros enfrentamientos leves porque los desahuciados empezaron a lanzarle piedras a los agentes policiales. Después se siguieron dando más enfrentamientos y el estado de ánimo de ambas partes se fue exacerbando.
![]() Uno de los desalojados ataca con una honda a los elementos de las Policías Militar y Nacional.
|
Los ocupantes de las tierras indicaron que el menor no estaba participando en nada del desalojo, sino que iba saliendo de un negocio situado en el lugar del conflicto de comprar unos comestibles. El menor fue llevado con vida herido a un centro asistencial, pero murió en el trayecto. El cadáver del jovencito fue llevado de nuevo al lugar del conflicto y los desalojados lo dejaron tirado en la entrada de los terrenos en disputa. Los enfrentamientos entre policías y pobladores se siguieron dando durante el resto del día. Los desahuciados le prendieron fuego a un trailer que llevaron las autoridades para ejecutar el desalojo. Los supuestos usurpadores dijeron que quien reclama los terrenos es Alejandrina Aguilar, pero manifestaron que los predios son ejidales.
María Elizabeth Ortiz, una de las desalojadas, manifestó que tienen cuatro años de vivir en las tierras y “ahora que la señora (la supuesta propietaria de la tierra) mira bien arreglado acá, dice quiere meter mano y que es la dueña del terreno y queremos que nos muestre los papeles originales porque ella solo falsos presenta”. Ortiz dijo que los policías entraron con las máquinas y empezaron a sacar a patadas a varios de los ocupantes de los terrenos.
![]() Tras el desalojo, las casas fueron derribadas.
|
Canales manifestó que también indagarán si las autoridades siguieron el procedimiento que establece el manual del uso de la fuerza. La jueza ejecutora del desalojo, quien por seguridad no dio su nombre, explicó que desde el 17 de junio se dio la orden del deshaucio y la semana pasada avisaron a las familias que estaban en la propiedad para que desalojaran por la vía pacífica. La Secretaría de Seguridad emitió un comunicado ayer en el que se establece que la Policía se hizo acompañar al lugar por un juez ejecutor y representantes de los Derechos Humanos, quienes avalaron la ejecución del procedimiento policial conforme a derecho, que permitiera garantizar el respeto a la propiedad privada y la integridad física de las personas que ocupaban ilegalmente las tierras.
“Es oportuno mencionar que cuando se realizan estas procedimientos policiales los integrantes de la institución no portan ningún tipo de municiones, solo las armas disuasivas permitidas por el Manual del Uso de la Fuerza de las Naciones Unidas (bombas lacrimógenas, toletes, escopetas lanzagranadas de gas lacrimógeno, escudos y cascos de protección”, dice el comunicado.
![]() Un grupo de los supuestos usurpadores sale de los predios corriendo para evitar ser detenidos.
|