Carlos Alberto Gómez, un joven de 22 años, perdió la vida la noche del martes 2 de julio tras recibir un disparo en la espalda durante una supuesta persecución militar.
Según la versión preliminar, el joven intentaba evadir un retén de la Policía Militar cuando los agentes le dispararon, resultando en un trágico desenlace en el área entre Residencial Honduras y la colonia Los Pinos de la capital.
Gómez, quien se desplazaba en una motocicleta, colisionó con una camioneta estacionada en la calle principal de la residencial.
En un intento de salvarle la vida, fue trasladado a la sala de emergencias del Hospital Escuela en una patrulla de la Policía Militar, pero desafortunadamente, llegó sin signos vitales.
Los médicos confirmaron su deceso y su cuerpo fue trasladado a la morgue del Ministerio Público. Posteriormente, sus familiares acudieron a reclamar su cadáver.
Versión
El portavoz de la Policía Militar de Honduras, José Coello, desmintió la versión inicial, negando que los efectivos hayan disparado contra Gómez.
“Pasó el retén, pero no se le hizo ni parada. Posteriormente, a cuadras del puesto de control, colisionó con una camioneta,” detalló Coello.
Los agentes alegaron que el joven estaba malherido por la colisión vehicular y que fue en el hospital donde descubrieron la herida de bala en su espalda.
Coello reiteró que “en ningún momento se disparó por parte de la Policía Militar, ni se le había dado persecución, ya que se llegó a auxiliar al ciudadano que se había estrellado en una camioneta.” Además, informó que Gómez estaba fichado como miembro de una estructura criminal y había sido detenido anteriormente por delitos de tráfico de drogas.