Fue en busca de salud y la asaltaron en el Hospital Escuela.
Ésa es la historia de María Félix López, 27, a quien le tocó ayer la peor pesadilla de su vida a manos de un maleante. Ella llegó al centro hospitalario acompañada por su marido y una familiar en busca de asistencia médica, con la esperanza de curarse de una inflamación en los intestinos, sin imaginarse que se convertiría en otra víctima de la inseguridad.
Al ser ingresada en la sala de emergencias con una remisión del Hospital del Sur, se encontraron con un hombre bien vestido y con apariencia de empleado del centro asistencial, que se ofreció a ayudarles en los trámites de la hospitalización, relató Denis Javier Ríos Nájar, compañero de hogar de la muchacha.
Las argucias
El maleante los llevó por uno de los pasillos tras manifestarles que ya la iban a ingresar y les pidió el dinero, teléfonos celulares, relojes de puño y otras prendas de valor con el pretexto de que no podían entrar en la sala con esos artículos.
'Él me dijo que le diera todo el dinero que andaba porque íbamos a necesitar dos pintas de sangre, pero le contesté que no andaba nada; luego me metió miedo de que ella podía sufrir un paro cardíaco', relató.
Para consumar el malévolo plan, el delincuente mandó a Ríos Nájar a una ventanilla a recoger una orden para remitir a la joven al hospital y le aseguró que ya la ambulancia estaba lista, pero le respondieron que no era cierto.
Aparece
'Rápido se me cruzó por la mente que era un secuestro', agregó Ríos Nájar, 'por eso salí corriendo con la idea de encontrar a mi muchacha sentada en la acera o en una silla, pero no la hallé y le pedí al Señor que me diera fuerza para buscarla'.
López Huete apareció una hora y media más tarde en un punto no muy alejado del hospital.
La mujer le contó a su marido que el individuo la subió en un autobús del transporte urbano, luego se bajó y le manifestó que tenía que entrar en la iglesia a orar para que saliera bien de su tratamiento y le pidió que le entregara el dinero que andaba, a lo que ella se negó.
La auxiliaron
Mientras María Félix se encontraba en oración en la iglesia que el maleante le dijo, éste salió del templo y se llevó las pertenencias. Después fue trasladada por unos ciudadanos al Hospital Escuela, donde se encontró de nuevo con su esposo.
