El primer impulso que tuvo Wilmer Aguilar fue ir a la cuna de su hijo de 2 años para ver si estaba ahí. Como el humo no lo dejaba ver, tropezó con un ropero en llamas; en ese momento su vida pendió de un hilo.
En toda la casa se sentía el vapor caliente de las llamas, el humo era denso y sentía que se ahogaba. Miró que estaba solo, empezó a luchar para sobrevivir, pero pensó que moriría carbonizado.
El incendio se registró a eso de las 10 de la mañana. El vapor ya le había quemado parte de su brazo derecho. Cuando encontró la puerta de salida vio que estaba cerrada con doble llavín y no sabía dónde habían quedado las llaves.
La mañana de ayer, Aguilar contaba el relato llorando porque, aunque perdió todo, quedó vivo después de encontrar las llaves y salir de la casa.
Los vecinos llevaron agua para controlar el siniestro; los bomberos llegaron sólo a realizar la labor de enfriamiento.
Clave
Informe
El dictamen preliminar de los bomberos establece que el percance posiblemente ocurrió debido a un cortocircuito.
