Un niño de apenas 45 días de nacido murió el jueves 14 de septiembre debido a complicaciones médicas por paperas y su deceso había sido confirmado por médicos del hospital en Santa Bárbara.
El bebé, identificado como Ian Jaxiel Quintanilla, fue velado por sus padres y demás familiares. Se sepelio ocurrió el día sábado en la comunidad de La Ruidosa, de Protección, Santa Bárbara.
Sin embargo, dos días después, hubo un hecho inexplicable, pues, unas personas que pasaban cerca del cementerio escucharon su llanto y, al acercarse, descubrieron que el sonido salía de la tumba recién sellada.
Los vecinos avisaron inmediatamente a los familiares del pequeño, quienes no dudaron en abrir la tumba y verificar qué pasaba. De acuerdo con medios locales de Protección, al momento de ser extraído, el pequeño no mostraba signos de descomposición, pese a que llevaba cuatro días presuntamente muerto.
Según el relato de la madre, Sara Ester Chavarría, al medio Occidente Informa, el pequeño aún presentaba temperatura corporal al momento de desenterrarlo y también latía su corazón.
Entonces, el pequeño fue trasladado de nuevo al hospital, pero los médicos volvieron a confirmar ausencia de signos vitales. Aún así, fue velado por varios días con la esperanza de que volviera a la vida. El recién nacido finalmente fue sepultado en las últimas horas.