En las últimas horas se dictó detención judicial contra el primer detenido y supuesto implicado en la muerte de la adolescente Keiry Gricel García (15), quien murió por un balazo en el cuello, el jueves, durante una riña entre “barras” (seguidores) de los equipos Marathón y Real España, ha enlutado a la sociedad hondureña.
La menor asistió al encuentro deportivo acompañada por su padre. El miércoles, en la colonia Satélite de San Pedro Sula, un hombre fue arrestado y fue identificado como Bryan Josué Pineda (30), de oficio pintor. Está resguardado en una estación policial y la Fiscalía local prepara el caso en su contra.
La policía informó que existen pruebas testimoniales que incriminarían al detenido, quien, además, sería miembro de la barra organizada del club Marathón. Al momento de su detención, portaba una camisa de ese equipo deportivo.
Pineda pasó la noche detenido en la cárcel de El Progreso, Yoro. Un juez le decretó detención judicial en audiencia de imputado y la audiencia inicial en su contra fue fijada para el 13 de febrero.
El portavoz del Ministerio Público, Elvis Guzmán, detalló que Pineda permanecerá detenido por la sospecha del delito de homicidio. La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) añadió en el informe investigativo que el sospechoso habría estado en la escena del crimen y que disparó el arma que acabó con la vida de la menor.
La familia del detenido declaró ayer que el joven “no tiene nada qué ver” y que fue arrestado por la policía en horas de la madrugada. Aseguran que no estaba presente en el estadio mientras ocurría la riña y que tienen videos que demuestran que el joven estaba en otro sitio en ese instante.
La menor y su padre no pudieron entrar al estadio y cuando estaban de regreso en su vehículo fueron atacados a balazos por aficionados. Ella llegó muerta a un hospital privado al que fue llevada.
La riña callejera se produjo tras el clásico local entre Marathón y Real España, en San Pedro Sula, norte de Honduras y la segunda ciudad más importante del país centroamericano. La confrontación entre las ‘barras’ comenzó en el estadio cuando se jugaba el minuto 26 del partido. En ese momento seguidores del Marathón invadieron la cancha y la cruzaron a lo ancho para lanzar objetos a hinchas del Real España, pese a la presencia policial.