Aterrados y sorprendidos, así se sintieron los pobladores de La Ceiba, Honduras, al ver que del puente Saopín colgaba el cadáver de un hombre.
Él respondía al nombre de César Augusto López (45), originario de Olancho. Se maneja que estuvo detenido por robo en Catacamas y varias veces había sido denunciado por escándalo público.
Al principio se creyó que se trataba de un suicido, pero, poco después, la Policía Nacional dijo que el infortunado yacía atado de manos y tenía aparentes signos de tortura.
Las autoridades también dijeron que el hombre tenía varios tatuajes, pero aún se desconoce si son alusivos a alguna estructura criminal.
Por otro lado, personas que residen cerca del lugar manifestaron que, en horas de la noche, observaron que varios sujetos llevaban raptada a la víctima.
De momento se desconocen los motivos detrás del horrendo crimen. Los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) buscan a los responsables e intentan esclarecer los hechos