Un grupo de personas que salieron a tempranas horas de la mañana de ayer en busca de tortugas descubrieron los cuerpos de dos mujeres que flotaban en un crique en la colonia Larios Silva del conflictivo sector Rivera Hernández de esta ciudad.
Ambos cadáveres estaban atados con las manos hacia atrás y con varios balazos en la cabeza.
Los asustados vecinos avisaron a las autoridades policiales, las que se hicieron presentes a la escena a eso de las 8:00 am.
Los cuerpos estaban boca abajo a unos 100 metros de distancia uno del otro.
Una de ellas vestía un pantalón oscuro, blusa azul, sostén y bóxer celeste, tenía sus uñas de pies y manos pintadas de color morado. La otra mujer vestía un pantalón rojo, faja naranja, una camiseta oscura con la palabra Honduras estampada en la espalda y el número tres.
Agentes del Ministerio Público y de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) recolectaron evidencias que podrían conducir a las autoridades a los autores del doble crimen.
Según peritos forenses que levantaron los cuerpos, ambas mujeres tenían entre 20 y 25 años. Manifestaron que las víctimas tenían, aproximadamente, de 36 a 48 horas de haber sido asesinadas. Detallaron que las mujeres fueron torturadas antes de morir.
Botadero de cadáveres
Vecinos del sector dijeron que el lugar se ha convertido en botadero de cadáveres, por lo que pidieron mayor presencia policial en el sector. “Aquí ya uno ni se asusta cuando dicen de una persona muerta. Es lamentable todo lo que está pasando en el país”, dijo José Lagos, vecino del sector.
Lo solitario, oscuro y lleno de maleza del área permite que los delincuentes actúen sin ser descubiertos. Los cuerpos fueron trasladados como desconocidos a la morgue de Medicina Forense.
Según las autoridades, de enero a la fecha, 110 mujeres han muerto violentamente en el Valle de Sula y la mayoría de los casos permanecen en la impunidad.