La ciudad industrial tuvo otro domingo sangriento al registrar varias muertes violentas en diferentes sectores.
Durante las primeras horas de la madrugada, la muerte de dos personas representó el inicio de un día saturado de sucesos.
Dos hombres que consumían bebidas alcohólicas en un merendero de la colonia Vida Nueva del sector Cofradía perecieron a balazos que desconocidos les propinaron en el interior del negocio.
Se trata del motorista José Raymundo Rodríguez Sarmiento, 34, residente en la misma colonia, y su amigo Ariel Moisés Valdez, 19, oriundo de esta ciudad y también residente en Vida Nueva.
Según el reporte de la Policía Nacional Preventiva del lugar, los vecinos indicaron que los hombres estaban en el interior del negocio y aproximadamente a las 11.30 de la noche del sábado se escucharon varios disparos. Aseguraron que el propietario del local y un empleado sacaron los cadáveres del negocio para luego lavar la sangre de la escena, cerrar el merendero y salir huyendo. Los familiares y la Policía del sector desconocen el motivo del doble crimen.
Lo bajan de rapidito
En horas de la tarde, en el barrio Medina, otra persona murió al recibir tres balazos en su cabeza por desconocidos que se conducían en un taxi, según el reporte policial.
El homicidio del hombre, de una edad entre 25 y 30 años, ocurrió alrededor de las 3.30 de la tarde en la ocho calle y cuarta avenida del populoso barrio.
Los vecinos del lugar mencionaron que el joven residía en un hotel cercano. Un comerciante de la cuadra afirmó que iba en un rapidito de la Ruta 2 y que cuando se bajó de la unidad de transporte, dos sujetos armados se acercaron para dispararle y huir en un taxi.
El muchacho no portaba documentos personales, pero cargaba un bolso con ropa aparentemente suya. En los bolsillos de la pantaloneta había fotografías de niños que se presume son familiares de él.
Lo matan de un balazo
En la colonia Francisco Méndez, del sector Cofradía, murió a manos de desconocidos Hugo Andony García Lara, 21, quien regresaba de visitar a una hermana y se dirigía a su vivienda en la colonia La Fortaleza a la una de la tarde, cuando fue interceptado por dos sujetos que le dispararon en el rostro.
En el hospital Mario Rivas expiró también Juan Antonio Herrera Orellana, 62, luego de ser ingresado el viernes con una herida producida por un toro. Familiares dijeron que el cuerno dañó su corazón y pulmón izquierdo.