Una planificación perfecta tuvo la banda de asaltantes que se llevó varios millones de lempiras el lunes anterior de un carro recolector de valores. Llegaron un día antes, se apostaron en los alrededores, vigilaron y media hora antes de que la unidad llegara al sector neutralizaron al personal de la empresa constructora.
Ninguno de los trabajadores de la empresa se opuso; todos siguieron las instrucciones de los encapuchados. El relato de los testigos que hablaron con LA PRENSA detalla los momentos de terror y angustia cuando fueron amenazados.
Armas de grueso calibre y hasta lanzagranadas portaban los malvivientes. Los empleados fueron acorralados, en doce minutos el carro blindado fue destruido, el dinero sacado y depositado en los vehículos que abordaron para huir con rumbo desconocido.
No hay una cifra oficial que revele el monto real que transportaba el carro de valores, ni por qué transitaba por Santa Bárbara.
Extraoficialmente se mencionó que eran unos L 8 millones.
El jefe de la Policía en Santa Bárbara, subcomisionado Adrián René Flores Marcelino, afirma que supuestamente hay gente de la empresa Proval involucrada.
Las investigaciones continúan para tener elementos que puedan esclarecer el caso que tomó por sorpresa a las mismas autoridades.
La operación
Los restos de comida enlatada, botellas vacías de agua y de refresco en el perímetro cerca de la zona de El Salado, donde trabaja la maquinaria contratada por Soptravi, son la señal que indica a las personas que circulan por la zona que los asaltantes llegaron desde un día antes al lugar de los hechos.
Una de las personas que presenciaron el asalto asegura que fueron sorprendidos y en ningún momento observaron movilización de vehículos.
“Estábamos apostados en la zona. Todos trabajaban. Cuando acordamos, estábamos rodeados. Nos salieron por ambos lados; eran de 12 a 15 hombres encapuchados y nos dijeron que si colaborábamos, nada nos iba a pasar.
A los trabajadores les ordenaron tirarse a un lado del camino. Al maquinista de la excavadora y al motorista de la volqueta los encañonaron y los llevaron a las unidades para que cuando ellos dieran la señal el motorista de la volqueta impidiera el paso del carro que custodiaba donde venía el dinero.
Cuando controlaron el carro, la orden para el maquinista de la retroexcavadora fue golpear el vehículo hasta que se abriera.
Hubo disparos y todos sentimos miedo. Pero estaban bien organizados y en doce minutos lo controlaron todo, sacaron el dinero y se marcharon en los vehículos que traían dos hombres más.
Fue un plan perfecto. Era gente profesional, tenían buenas armas y no eran delincuentes comunes”, aseguró el testigo que presenció el asalto.
“Nos chocaron”
Uno de los guardias de seguridad que viajaban en la escolta del carro de valores se recupera de las cinco heridas que recibió durante el ataque. El hombre afirmó que fueron sorprendidos por los asaltantes.
“Una volqueta nos chocó por la parte de atrás y sentimos un golpe fuerte. Atrás estaban los hombres encapuchados que nos dijeron que colaboráramos mientras nos tenían encañonados.
De repente me dispararon en las piernas y el estómago. En ese momento sólo pensé en mis hijos. Tengo uno de apenas 17 días de nacido”, dijo el guardia.
El hombre asegura que no sospecha de ninguno de sus compañeros.
“Todos hemos trabajado juntos desde hace un buen tiempo. Ese asalto fue planificado con detalle. Eran como 15 y todos estaban con el rostro cubierto.
No hubo tiempo de reaccionar y cuando quisimos hacerlo ya nos habían disparado y nos tenían en el suelo, mientras destruían la blindada.
Cuando se fueron un señor que pasaba con su carro nos llevó al hospital”, manifestó el guardia.
El hombre fue intervenido quirúrgicamente en un centro asistencial en San Pedro Sula de cinco heridas de bala en el abdomen y las piernas. Su estado es estable.
Implicados
El subcomisionado Adrián René Flores Marcelino, jefe de la Policía en Santa Bárbara, al ser consultado por LA PRENSA sobre los avances en el proceso de investigación, señaló que el caso presenta algunas irregularidades y eso los lleva a pensar que algunos de los empleados de la empresa Proval pueden estar involucrados en el hecho.
Los delincuentes antes que pasara la volqueta ya habían secuestrado y atemorizado a los empleados de la empresa constructora, a quienes tenían de rehenes.
Eso quiere decir que ya sabían que por esa zona iba a pasar el carro blindado. Dado que tienen toda esa información nos indica que era una acción bien planificada y que actuaron con mucha seguridad.
Los empleados no tuvieron más opción que ayudar a pura presión.
En 20 minutos se tomaron la zona. Estaban armados con fusiles AK-47”, dijo Flores Marcelino.
El oficial asegura que hay mucha confusión y duda en este asalto y que la operación resultó exitosa porque el lugar dio las condiciones necesarias para que pudieran bloquear el paso y huir sin ser detectados inmediatamente.
“El lugar se presta para esta acción. Tuvieron tiempo y cerraron los espacios. Como no hay circulación normal, eso les facilitó el asalto.
Se nos avisó del asalto media hora después. Ya nada podíamos hacer. Ellos habían tenido tiempo suficiente para huir sin ser identificados.
Para las autoridades no queda claro por qué la unidad de valores transitaba por este sector ni han establecido el monto real que transportaba.
“No sabemos adónde iba ese dinero. Venían de recolectarlo de una entidad bancaria en Morazán, Yoro, y para nosotros lo más lógico era que lo llevaran a San Pedro Sula.
Aún no está claro qué pasó. Eso evidencia algunas irregularidades que nos tienen estableciendo nexos y participantes para tener elementos concretos que nos permitan esclarecer este asalto y la cantidad que se transportaba en el carro de valores”, dijo Flores.
Decomisan explosivos
En el municipio de Concepción Sur, ayer en horas de la madrugada, la Dirección de Investigación Criminal, DNIC, realizó varios allanamientos logrando decomisar explosivos y una escopeta 12 que estaba en una casa deshabitada.
El inspector Osmán Barahona, jefe de la DNIC, informó que el allanamiento se hizo en la casa de José Antonio Serrato, quien no estaba en la misma, encontrándose una barra C-4, de uso exclusivo de las unidades militares, dos libras y media de Emulnor 3000, tres detonadores y una escopeta 12 recortada con reporte de robo.
El allanamiento se practicó 24 horas después del asalto al carro blindado en el municipio de Ceguaca, cerca de donde se decomisó los explosivos.
