Como un hombre ejemplar, de gran corazón, servicial y gran maestro, así fue descrito José Raúl Discua Donaire (de 53 años), quien se ahogó junto con su esposa y sus dos hijas, tras ser arrastrados por una corriente ocasionada por las fuertes tormentas.
José Raúl, su esposa Elsa Suyapa Cardona (de 49) y sus hijas Estefany Mariela (de 16) y Magaly Mariela Donaire Cardona (de 13) fueron encontrados muertos la mañana del viernes de la semana recién pasada.
El vehículo en el que se conducían, un “pick up” negro, cabina y media, con placas HEC 5373, fue arrastrado por la corriente cuando intentó cruzar la carretera en la zona de Cañaveral, cuando regresaban de Santa Cruz de recoger unas camisetas que serían usadas por los maestros durante el desfile del 15 de septiembre.
El profesor, quien impartía clases de Ciencias Sociales en el instituto técnico Manuel de Jesús Subirana, en Río Lindo, deja un gran vacío en los corazones de su familia, amigos, alumnos, exalumnos, compañeros de trabajo y vecinos, quienes la noche de su velorio se apostaron afuera de la casa para darle el último adiós. La familia Discua Cardona fue sepultada en el cementerio de la localidad la noche del viernes. Los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición.
Hombre de familia
José Raúl Discua Donaire era un hombre de familia, llegó a San Francisco de Yojoa, a la comunidad de Tapiquilares, hace 28 años, desde Comayagua, de donde era originario, por cuestiones laborales.
Llegó a impartir el pan del saber a los alumnos del centro educativo básico Francisco Morazán, a cubrir a un maestro que en ese entonces había pedido una licencia, tiempo después obtuvo una plaza en ese centro educativo.
Además de encontrar empleo, encontró el amor en Tapiquilares, pues conoció a Elsa Suyapa, con quien se casó y procreó dos hijas, Estefany Mariela y Magaly Mariela. Tenían 18 años de casados.
José Raúl se caracterizó por ser un gran gremialista, fue vicepresidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), antes de fallecer era secretario de la Dirección Distrital de Educación.
Además, dirigente del Partido Libertad y Refundación (Libre).“Era un hombre tranquilo, servicial y muy querido acá en la comunidad”, dijo un vecino del profesor.
“No sé en qué pensó cuando cruzó ese tramo de la carretera, a lo mejor creyó que no le pasaría nada. En ese sector conocido como la recta de Cañaveral se forma esa corriente de agua cuando llueve, que es peligrosa”, comentó el señor.
“Era muy querido por todos, lamentamos lo que le pasó. Yo me llevaba muy bien con él, era muy cercano con el profesor, andábamos con las actividades de Libre”, lamentó Jorge Alberto Muñoz.
