El gerente administrativo de la Asociación Hondureña de Planificación Familiar, Ashonplafa, Javier Enrique Hernández, de 39 años, fue encontrado muerto ayer en su apartamento ubicado en la tercera planta del edificio Lempira.
El cuerpo de Hernández, quien también era el administrador de la Comunidad Gay Sampedrana, fue descubierto a eso de las nueve de la mañana porque en el apartamento número 203 se sentía un mal olor y miraron unas moscas.
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El personal de vigilancia del edificio llamó a la policía para que investigara lo que pasaba en el lugar y unos patrulleros ingresaron al apartamento encontrando sin vida a Hernández, cuyo cuerpo estaba en el piso putrefacto y con sus manos y pies atados con cabuyas.
Las autoridades policiales presumen que el crimen tiene como móvil el robo ya que el inmueble estaba desordenado y no encontraron las cosas de valor que tenía el victimado.
Testigos dijeron que la última vez que vieron al ejecutivo, quien era licenciado en administración de empresas, fue el sábado a las 8.30 de la noche cuando ingresó a su apartamento con cuatro hombres.
Con alambre lo mataron
Una hora después bajaron dos de los individuos y se fueron del edificio.
El domingo a eso de las 8.30 de la mañana vieron salir a otro de los desconocidos que estaba en el apartamento de Hernández, al cual los testigos describieron como un tipo de unos 17 años, alto y fornido.
Al individuo lo vieron salir nervioso. El tercer hombre que ingresó acompañando al ahora occiso tuvo que haberse ido el domingo en horas de la madrugada porque nadie lo vio salir del edificio.
Las autoridades policiales indicaron que el cuerpo de Hernández tenía amarrado en el cuello un alambre con una camiseta en forma de torniquete, con el cual supuestamente lo estrangularon.
En el cuarto había un charco de sangre y el cadáver aparentemente presentaba golpes, pero las autoridades forenses indicaron que la autopsia será la que establecerá las lesiones que sufrió Hernández.
Al lugar llegaron una gran cantidad de miembros de la Comunidad Gay Sampedrana, quienes estaban consternados por la muerte de su compañero, a quien describieron como una persona tranquila y sociable.
Hora
3.30 pm
Fue reconocido el cadáver de Javier Enrique Hernández, quien era originario de La Ceiba.
