Un recluso de la Penitenciaría Nacional murió cuando intentaba escapar saltando el muro perimetral de dicha prisión.
Luis Antonio Cortez López, de 29 años, conocido también como Luis Alonzo Larios Cortez, pereció de varios balazos y su cadáver quedó en medio de un matorral de una granja de pollos situada el oriente del reclusorio. Ante la negativa y prepotencia del director del penal, sucomisionado Jorge Alberto García López, de proporcionar información a los periodistas, un agente policial reveló que el sangriento suceso se registró a la 1.30 de la tarde luego que un custodio que se encontraba en una posta de guardia descubrió a Cortez López que traspasó la zona muerta y saltó el muro.
Confió que el recluso desobedeció la advertencia que le hizo el custodio al ordenarle que se detuviera y corrió por los matorrales, lo que obligó a los encargados de la seguridad a dispararle y a efectuar una intensa búsqueda para tratar de capturarlo con vida.
Minutos más tarde, los policías hallaron el cuerpo inerte de Cortez López debajo de unos arbustos, por lo que procedieron a llamar a las autoridades competentes para el reconocimiento legal. Una fuente policial confió que Cortez López recibió cuatro balazos disparados con arma de grueso calibre, tres en una mato y otro en el cuello.
La Policía confirmó que el ahora occiso ingreso el principal centro penitenciario el 6 de junio de 2003 por orden del Juzgado de Letras Seccional de Talanga, Francisco Morazán, en donde enfrenta un proceso por el delito de asesinato. A pesar de la política de puertas abiertas que ha demostrado el ministro de Seguridad, óscar Álvarez, y el director de Centros Penales, comisionado Danilo Orellana, el encargado de la prisión, García López, reaccionó con prepotencia con los medios de comunicación.
