Los dos hombres que resultaron heridos en una balacera en la aldea de Calán, Búfalo, murieron ayer en el hospital Mario Catarino Rivas de esta ciudad.
Los cadáveres de Francisco Adrián Zelaya Alban y Wilmer Javier Padilla, de 47 y 26 años respectivamente, fueron trasladados a la morgue del Ministerio Público adonde se les practicó la autopsia correspondiente.
Los familiares de Adrián Zelaya dijeron que éste fue asesinado por error, ya que según ellos, los disparos eran para Mario Tróchez Rosales, quien murió de inmediato durante el tiroteo.
“Nuestro hermano no tenía enemigos y era una persona sin problemas”, dijo uno de los hermanos de la víctima, quien no quiso revelar su nombre. “Seguramente querían matar a los pasajeros que iban en el taxi”, agregó.
Hechos
Tanto Adrián Zelaya como Wilmer Padilla se dirigían a sus casas después de haber terminado su trabajo en el punto de mototaxis de la aldea de Calán.
Según comentaron los vecinos de las víctimas, momentos después éstos fueron interceptados a balazos por desconocidos que huyeron de inmediato.
Los vecinos que presenciaron el hecho dijeron que los sujetos que atacaron la unidad de transporte se conducían en un automóvil cuyas características se desconocen.
La Dirección Nacional de Investigación Criminal, Dnic, continúa las investigaciones para dar con los autores de estas muertes.
Los familiares de Adrián Zelaya recogieron el cadáver en la morgue de Medicina Forense para sepultarlo en Sabaneta, Olanchito, lugar de origen de ahora occiso. Los familiares de Wilmer Padilla hasta la tarde de ayer no se habían presentado a reclamar el cadáver.
El pasado martes, dos jóvenes que se desempeñaban como despachadores de taxis fueron asesinados y lanzados a unos matorrales cerca de la zona adonde se produjo el tiroteo que acabó con la vida de los tres hombres.