Una hora de agonía y terror vivió ayer una policía que fue atacada a puñaladas por un individuo que la tomó como rehén dentro de las oficinas de la Policía de Tránsito y en un descuido fue abatido a balazos por unos agentes.
Así fue el final de Ángel Salvador Ortiz Almendares (de 27 años), quien recibió la mañana de ayer alrededor de diez balazos en diferentes. El incidente fue en el primer piso del edificio de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) en la colonia Miraflores. Ortiz Almendares llegó a la instalación y se encontró con la agente identificada como Dazari Cálix Amaya, quien resultó con dos heridas de arma blanca y un balazo en una pierna, por lo que fue trasladada a un centro asistencial. Se informó que su estado de salud es estable.
Las autoridades policiales informaron que el estado de salud de la policía Dazari Cálix es estable
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En medio de los reclamos, al parecer la víctima le respondió a la agente que no era su pariente para que lo tratara de esa manera. Fue en ese momento que Ángel Ortiz sacó un cuchillo que portaba y la obligó a que se hincara y la amenazaba con quitarle la vida.
La policía Dazari Cálix Amaya y su agresor Ángel Salvador Ortiz Almendares.
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Pasadas las 10:00 am, personal de Medicina Forense llegó al lugar de la escena del crimen a reconocer y levantar el cadáver para luego trasladarlo a la morgue. Debido a que al occiso no se le encontraron documentos personales fue ingresado en calidad de desconocido.
Nota que le hallaron al ahora occiso.
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“Por los indicios que se han recogido es una persona que tenía problemas mentales o psicológicos”, enfatizó Meza. “En sus manos tenía peticiones políticas religiosas y eso será parte de la investigación”, dijo.
La nota manuscrita que se le halló dice entre otras cosas: “Nunca os conocí la autoridad corrupta. No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de paz, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo”.
Técnicos de la DPI en la requisa en la escena y el cuerpo de Ortiz.
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