SAN PEDRO SULA. En una noche mágica, especial e inolvidable sellaron su amor para siempre los esposos Cardenez-Martínez, quienes estuvieron rodeados del cariño y buenos deseos de sus familiares y amigos cercanos.
La ceremonia se llevó a cabo en el salón del Gran Hotel Mediterráneo, en un romántico ambiente que envolvió a todos en un festejo de amor y complicidad.
La novia, Gisell Martínez, le dio el “sí, acepto” a su ahora esposo luciendo como toda una princesa de cuento de hadas. Un hermoso vestido blanco, entallado a su espectacular silueta, una imponente cola de sirena y una delicada corona fueron el símbolo de pureza y amor representado en ella.
Los finos detalles encajaron perfectamente con su belleza, la cual fue resaltada con un sobrio peinado recogido y un espectacular maquillaje en tonos neutros, destacando su dulce sonrisa en un tono rosa.
Por su parte, el enamorado novio que otorgó el anillo de matrimonio a Gissel, Jonathan Cardenez, vistió un elegante traje plateado y, acompañado de un evidente brillo en sus ojos, no dejaba de ver con amor y ternura a su pareja.
FIESTA Y ROMANTICISMO
Los asistentes fueron testigos de una fabulosa noche para celebrar el inicio de una nueva etapa en la vida de los jóvenes que contrajeron matrimonio.
Todos pudieron disfrutar con deliciosa comida, elegante decoración, la tradicional dinámica de “tirar el ramo” y muchos buenos momentos.
Asimismo, no podía faltar el vals en pareja, las emotivas palabras del pastor y de los novios para luego culminar la noche en la pista de baile, donde todos disfrutaron al son de las canciones más pegadas del momento.
La joven pareja contrajo matrimonio tras varios años de conocerse y construir una relación sana, basada en el respeto y la confianza.
