Hace unas semanas la princesa Charlène de Mónaco confirmó en una entrevista radiofónica que se verá obligada a permanecer en su Sudáfrica natal hasta al menos el próximo mes de octubre debido a la infección severa, que contrajo el pasado marzo durante los primeros días de su visita oficial al país y que desaconseja que realice vuelos por encima de los 3.000 metros de altura.
En la práctica, esta prohibición le impide regresar a Europa, donde reside oficialmente con su esposo y con los mellizos que tienen en común.
Su ausencia de la vida pública en Mónaco avivó los rumores de crisis que siempre han planeado sobre su matrimonio desde el mismo día de su boda.
Sin embargo, ahora se ha confirmado que el príncipe Alberto ha viajado hasta Sudáfrica para acompañar a su esposa durante su convalecencia después de que ella se sometiera recientemente a una intervención de cuatro horas para atajar sus problemas de salud.
'Estoy encantada de tener a mi familia de vuelta', dijo la princesa
Charlène.
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'Estoy encantada de tener a mi familia de vuelta', ha celebrado ella.
En dichas fotos, su hija luce un peculiar flequillo a pico muy moderno, por definirlo de alguna manera, y que llama mucho la atención.
Su madre, que recientemente también hizo un cambio radical a su propia imagen rapándose un lateral de la cabeza para renovar su corte bob, ha explicado que se trata más de un accidente que de una elección estilística.
'Gabriella decidió cortarse ella misma el pelo. Lo siento, cariño, he intentado arreglarlo lo mejor que he podido', ha bromeado Charlène.
La princesa también compartió esta tierna foto en la que aparece junto a su esposo.
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