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Ixchel Isidro: una firma que emerge de la femineidad

  • 24 marzo 2023 /

Su marca homónima, Ixchel, en la mitología maya es un figurativo de la “diosa de la luna” y “diosa de los textiles”.

Ixchel Isidro (Yojoa, Cortés, 1993) es lo que en una industria pujante se conocería como una diseñadora precoz. Con su marca homónima —gestada hace once años— ha dotado a su figura de los códigos por los que es reconocida a día de hoy, y sin los cuales, quizá, se perdería entre el maremágnum de creadores emergentes: el buen hacer con las formas, líneas y volúmenes en contrapeso con “la femineidad, la sensualidad y la elegancia accesible”.

Sus propias palabras, “las prendas de vestir no deberían distorsionar, ocultar ni alterar la belleza de la mujer, sino al contrario, resaltar lo innato”. Su precisión, manejo de la técnica y perfeccionismo nace de una necesidad común, la de comunicar a través de su firma su particular forma de entender la moda.

“Hablar de mi interés por la moda es remontarme a mi niñez. A los doce años recuerdo que mis padres me compraban ropa dos veces al año, en mi cumpleaños y Navidad. Era algo que me emocionaba porque solía dibujar lo que realmente quería. Y así, poco a poco, fui mejorando mis técnicas de dibujo y, en su defecto, pulir mi instinto por la moda”, asegura.

En 2013 —a un año de haber cursado el Talents Models, un diplomado impartido por la diseñadora Gabriela Zelaya— presentó su primera colección acogida con gran entusiasmo. De su primera etapa destaca el interés por crear líneas fluidas, algo que supo entremezclar a la perfección con la reinterpretación y actualización de prendas propias de la cultura local.

A mi juicio mi mayor habilidad es el pensamiento creativo, que me concede mirar las situaciones desde una perspectiva renovada, de modo que permita aportar nuevas ideas, propuestas y soluciones”.

En sus colecciones —más de siete hasta la fecha— Ixchel, una jurista con un máster en estudios avanzados en Derechos Humanos y exatleta de alto rendimiento en judo, ha hecho de la fusión cultural su trademark, combinando estampados y una explosión de color tan atractiva como casual.

El diseño de moda al ser arte también tiene la capacidad de reinventarse y generar nuevas propuestas e incluso generar cambios culturales”, apunta. De su fértil imaginación brotan piezas memorables por una constante en sus diseños: la sublimación a la naturaleza.

“Me fascina inspirarme en la naturaleza (desde atardeceres hasta animales, inclusive piedras preciosas). Además, encuentro inspiración en la infraestructura, el arte, épocas, pero sobre todo en las personas que las portarán. Hago énfasis en la belleza de la mujer”, concluye.