Una de las graduaciones con mayor número de bachilleres se ha celebrado. La escuela Kiddy Kat e instituto Morazzanni realizó una espléndida fiesta para brindar por el éxito colegial de 84 futuros universitarios.
Fue una velada que se desarrolló en el salón más grande del Centro Social Hondureño Árabe, y el comité organizador se decantó por la temática oriental para la ornamentación de la recepción, ya que cada año el banquete juvenil tiene un tema decorativo como inspiración.
A las 7:00 pm empezaron a llegar los graduados, todos ataviados con elegancia, color y brillo para desfilar del brazo de sus padres, bailar el vals, fotografiarse en familia para el recuerdo y festejar hasta el amanecer.
Las tres secciones fueron protagonistas absolutas entre los fotógrafos, quienes retrataban la felicidad y el orgullo de cada uno de estos jovencitos.
Justo a las 9:00 pm, los graduados hicieron la entrada triunfal y los aplausos cerrados les daban la bienvenida.
Los más de 500 invitados escucharon los más clásicos valses como el infaltable Danubio azul mientras en la pista con orgullo bailaban padres e hijos.
Aplausos
Días antes, la clase 2016 de la Kiddy Kat Morazzanni había recibido sus títulos como bachilleres bilingües y solo restaba compartir su última noche como compañeros de secundaria, reafirmando amistad por siempre. Todo resultó como se había planeado.
Jacqueline Cabrera hizo un trabajo magistral en decoración y combinó exóticas flores con sombrillas, abanicos y distintivos orientales que recreaban una celebración china de mucha sofisticación.
Un disyóquey hizo que la fiesta estuviera siempre alegre y que las parejas bailaran mezclas modernas y tropicales en medio de total algarabía.
Una selección de manjares internacionales se dispuso con finos licores y una cartilla de pasabocas dulces y saladas que hizo que la concurrencia se deleitara toda la noche. Ahora, los estudiantes han hecho una pausa a fin de prepararse para la vida universitaria que iniciarán en agosto.