La crisis ocasionada por la pandemia del covid-19 impactó el desarrollo social, las interacciones y los comportamientos en múltiples niveles. Emocionalmente, las actividades de distanciamiento social y autoaislamiento derivaron en un aumento de los problemas de salud mental, como la depresión, el estrés y ansiedad.
Esta última es a la que los especialistas en psicología consideran se debe prestar mucha atención, principalmente entre los adultos de 45 a 60 años, los que han mostrado ser más vulnerables ante el trastorno durante los últimos 15 meses.
Una perspectiva mundial
Casi mil millones de personas en el mundo viven con un trastorno mental. Cada 40 segundos, alguien se suicida, y ahora se reconoce que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre niños y adolescentes.
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Daniel Menjívar, psicólogo, explicó que la incidencia está relacionada con cinco factores: miedo a contagiarse, temor a perder a un ser querido por el virus, pérdida de recursos económicos, la incertidumbre de no creer vencer la enfermedad si los infecta y, por último, la angustia a que el virus nunca desaparezca.
75%
de personas con problemas de salud mental no reciben ningún tratamiento en países con ingresos bajos y medianos como Honduras, según la OMS.
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Pamela Estrada, psicóloga infantil, refirió que en los más jóvenes son los adolescentes de entre 13 y 17 años los más perjudicados, pero en su caso por la depresión. La pérdida de las costumbres y rutinas familiares, la ausencia del entorno como la escuela, las dificultades para participar en actividades deportivas y para salir con los amigos se encuentran entre las causas del problema.