Entre 800 y 1,200 personas acuden a diario a la jefatura regional de la Policía Nacional para solicitar sus antecedentes policiales, con la esperanza de encontrar una oportunidad para colocarse en el mercado laboral.
Las enormes filas que comienzan a formarse desde la madrugada superan la capacidad de atención, acumulando una mora de más de 15,000 constancias.
La subcomisaria Belkis Valladares, vocera de la Policía Nacional en San Pedro Sula, dijo que la afluencia de personas comenzó a incrementarse a finales de 2024, por lo que el personal no se da abasto para entregarlas el mismo día.
Explicó que solo se están emitiendo 500 constancias de antecedentes policiales diario, lo que ha ocasionado que acumulen una mora de 15 días. El martes apenas se estaban enviando las solicitadas el 28 de diciembre.
Indicó que para darle respuesta a la población, se designó un jefe regional para firmar las constancias, ya que parte de la demora se debía a que estas tenían que ser firmadas en Tegucigalpa. También se asignaron tres agentes más para agilizar el proceso.
Acerca del horario, informó que están atendiendo de lunes a sábado de 8:00 am a 4:00 pm, mientras que las constancias son enviadas mediante correo electrónico o mensaje de WhatsApp.
En la entrada de la jefatura regional de la policía, la sampedrana Nancy Pineda esperaba a su sobrina que recién cumplió 18 años y acudió a solicitar sus antecedentes.
Pineda compartió que la joven quiere continuar sus estudios de secundaria, por lo que planea aplicar a un puesto en la maquila para poder costear sus estudios en la modalidad a distancia.
En las oficinas de antecedentes penales la situación es similar, cientos de hondureños madrugan a formarse en enormes filas para solicitar este documento indispensable para aspirar a un puesto de trabajo.
Daysi Padilla, una progreseña de 37 años y madre de tres niñas, compartió con LA PRENSA que llegó a la Capital Industrial a las 5:40 am, en busca de trabajo en una empresa que estaba contratando personal.
No obstante, sus esperanzas se desvanecieron cuando el reclutador anunció las vacantes, ya que no contaba con experiencia en esas áreas.
Relató que tiene dos años desempleada, desde que cerró la empresa en la que solía trabajar, y que su situación es complicada debido a que no logró finalizar la secundaria y una de sus hijas sufre de epilepsia.
Para llevar alimento a sus hijas, López sale a diario a ofrecer el servicios de limpieza de casas o lavar ropa, ya que ahora tampoco puede trabajar por hora.
Historias como la de Daysi Padilla son cada vez más recurrentes en Honduras, donde la Inversión Extranjera Directa (IED) ha sido escasa en los últimos años, de acuerdo con representantes de la empresa privada.
Para Nelson García Lobo, doctor en Economía, el comportamiento progresivo del desempleo está ligado a la salida de empresas que históricamente han sido grandes generadoras de empleo.
Esto debido a que en los últimos años “se han estado enviando mensajes a los inversionistas que no favorecen su intención de invertir en el país”.
García señaló que hay cinco factores que los empresarios evalúan para determinar dónde invertir su dinero: la seguridad ciudadana, jurídica, la conflictividad social, la corrupción y el índice de gobernabilidad.
Indicadores que han puesto en desventaja a Honduras frente a países vecinos. El experto subrayó que hasta inversionistas nacionales han decidido retirarse e instalarse en países como El Salvador, Nicaragua, Estados Unidos y España.
Indicó que esto tiene un impacto negativo en la economía nacional, en las familias hondureñas y principalmente los jóvenes que cada vez más consideran la migración como la única salida para que ellos y sus familias tengan una mejor calidad de vida.
“El año pasado, un sondeo reveló que el 60% de los universitarios en Honduras están pensando en migrar, esto es lamentable, ya que esto significa que solo estamos formando mano de obra para los países desarrollados”, dijo.
Añadió que para mejorar los índices de empleo y la economía nacional en general, es necesario que tanto el gobierno como el sector privado puedan trabajar de la mano, ya que la empresa privada es la responsable de generar oportunidades laborales, pero el gobierno debe proveer las condiciones necesarias para incentivar la inversión.