Con sonrisas inocentes cargadas de desdicha juegan los niños de los tres comedores Vicente Peris, ubicados en sectores conflictivos de la urbe. Estos son dirigidos por las hermanas de la orden Misioneras de la Caridad y la Providencia.
Los centros se construyeron como iniciativa del padre Vicente Peris (QDDG) hace más de 20 años, pero desde enero de 2013 son las monjas las responsables de dirigirlo.
“Nuestros niños vienen de los bordos, y está en riesgo social porque provienen de familias donde predominan los goles, los insultos y el hambre”, contó la religiosa SuyapaCabrera,
directora del proyecto.
Jemy Reyes, maestra de uno de los centros, dijo que pese a la colaboración que han recibido de varias empresas, el presupuesto de los centros es insuficiente, y de seguir así podrían cerrarlos, dejando a más de 200 pequeños sin educación. Para quienes deseen colaborar pueden llamar al teléfono 33-81-38-04.