El cumpleañero hoy es Jesucristo, pero en gran parte de los hogares sampedranos han olvidado el verdadero significado de la Navidad, asegura monseñor Rómulo Emiliani, obispo auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula.
Lamentó que en muchas casas el cumpleañero queda relegado y solo buscan derrochar en fiestas, alcohol y regalos.
“Este día es para recordar el mejor y más grande anuncio de la historia en el mundo: que Dios está con nosotros, nunca se irá y que se hizo hombre para siempre, lo cual significa que no estamos solos porque él vive en nosotros y estará siempre con nosotros”, resaltó Emiliani.
Agregó que la Navidad como se vive hoy en la capital industrial y Honduras está muy maquillada porque se le quita el auténtico sentido.
Explicó que para los católicos, la Navidad es tener presente la mejor noticia que nació el Salvador del Mundo: “No estamos solos, Cristo se comprometió con los seres humanos, al hacerse hombre dispuso morir por amor a nosotros y en él estamos siendo resucitados”.
El obispo auxiliar de San Pedro Sula explicó que el nacimiento de Jesús viene envuelto en un drama espantoso: hoy vemos muy bonito el nacimiento, pero el mensaje del pesebre es espeluznante. “¿Cómo es posible que un niño nazca en un corral?, el Salvador del Mundo nace en el lugar menos adecuado por el egoísmo humano, porque en Belén ese nacimiento representa nuestro corazón egoísta, miserable e interesado que no hace nada sin esperar algo a cambio. La Navidad significa que Jesús estará siempre con nosotros”, dijo Emiliani.
Mensaje de Dios
Según Emiliani, en Belén no le dieron posada a la Virgen
María embarazada ni a José porque no tenían qué ofrecer económicamente y por eso los mandaron a una cueva. “Las posadas y villancicos dulcifican el drama espantoso que vivió el niño Jesús en el vientre de María y que viven miles de sampedranos”.
La explicación de monseñor es que Dios permitió que naciera su hijo de esa forma para identificarse con los más pobres, con los que llegan a este mundo de la manera más inhumana y que algunos mueren pequeños por desnutrición e infecciones.
“Nosotros hemos maquillado demasiado la Navidad y llenamos los nacimientos de escenas muy bonitas pero nada realistas de lo que sucedió, porque hasta incluimos avioncitos y trencitos y un gran árbol lleno de luces opaca el pesebre, convirtiendo la Navidad en un folclore popular en Latinoamérica”.
Fue realista en decir que desde la noche del 24 de diciembre muchos se llenan de regalos y se olvidan del homenajeado: de Jesús que cumple años el 25 de diciembre. “En varios lugares es la figurita más pequeña que solo con lupa puede verse, de esa forma se margina al gran protagonista: Jesucristo, quien debe ser el centro de todo”.
Consideró grotesco que la figura de Santa Claus le robe el protagonismo al niño Jesús.
“Santa Claus es una figura grotesca, no concibo que a los niños se les engañe diciéndoles que les trae regalos, porque tienen más esperanza en Santa Claus que en el niño Jesús, eso es mentirles. Muchos niños se acomplejan cuando al vecinito le dieron un mejor regalo, y crecen con complejos de inferioridad”. Su consejo a los padres es ser realistas y ocupar la fiesta de Reyes Magos para dar regalos.
El obispo lamentó que la Navidad la hayan convertido en un acto pagano donde en estos días se vende más licor importado; es una época en la que se profana el sentido sagrado de la
Navidad, igual pasa en Semana Santa.
“Hay más alcoholismo, embriaguez y esto es una burla para el Señor porque Satanás aprovecha para reírse de Dios a través de nosotros y luego vienen los muertos por el alcohol”.
Continuó que “En Navidad los que reciben el mejor regalo son los accionista de tiendas porque en estas fechas hay consumismo extremo; mire cómo está el comercio, las personas corren como locas por las rebajas en los almacenes, buscando qué regalar, solo les preocupa que les rinda el presupuesto, pero, ¿quién es Jesús?, eso no les importa”, señaló el obispo.
Emiliani se preguntó: “¿Cuántos pensamos en hacer oración en estos días?, muchos se olvidan de rezar ante el pesebre o de honrar a Jesús, y la Navidad es para concentrarnos en el evangelio, en el gran misterio de amor donde el verbo se hizo carne y habita entre nosotros”.