17/07/2025
12:18 AM

Llevan 50 años viviendo juntos y deciden casarse

Hijos, nietos y bisnietos celebraron la unión civil de José Manuel Aparicio (83) y Guillermina Amaya Murillo (78).


“Claro que la acepto”, tras esa frase con voz firme y un efusivo abrazo,
José Manuel Aparicio selló su amor con Guillermina Amaya, 50 años después de vivir juntos.

La pareja de 83 y 78 unieron sus vidas en un acto civil celebrado ayer en su hogar en la colonia Suyapa, de Chamelecón.

Rodeados de sus hijos, nietos y bisnietos se dieron el “sí acepto”.

La historia de amor de los ahora esposos comenzó en 1957 cuando él trabajaba como cortador de frutas y ella de empacadora en los campos de El Higuerito, Potrerillos.

“Primero fuimos amigos, yo quedé viuda y él siempre estaba pendiente de mí y de mis hijos. Al tiempo me conquistó”, expresó entre risas Guillermina.

No porque ella ya tenía tres hijos le fue fácil enamorarla. Fueron cinco años los que tocó esperarla hasta que en 1963 decidieron vivir juntos.

Amor ejemplar

“Me costó, no vaya a creer que porque estaba un poco mayor no me costó. Yo no tuve miedo de juntarme con una mujer con hijos, ella es buena”, relató José Manuel.

“Me crio hijos y nietos, nunca me ha maltratado, me ayudó y me supo corresponder. No tengo quejas de él. Ya no se encuentra un matrimonio así”, agregó Guillermina.

Desde entonces nunca se han separado y aseguran que no pelean. Él no tiene vicios y ella se dedica al hogar. La clave de su éxito como pareja ha sido la comprensión y el buen humor que le han agregado a su relación. Han superado crisis económicas
y enfermedades crónicas, como el cáncer.

“He hecho hasta tortillas para mantenerlos y no me da vergüenza porque el hombre debe aprender de todo menos a robar”, comentó José Manuel, quien fue sometido a seis quimioterapias tras diagnosticarle cáncer de próstata en 2012.

Después de esta experiencia le pide más tiempo a Dios para que ahora, ya casados, puedan compartir más años de unión.

“Ya pasamos la juventud juntos, a ver cuántos años más nos da Dios para compartirlos”, dijo José Manuel.

“Ha sido un hombre tranquilo, nunca me ha dado motivos para enojarme”, señaló Guillermina.

La celebración

Después de firmar los documentos en presencia de sus testigos, amigos y familias, los enamorados hicieron el tradicional brindis. Ahora son esposos ante la ley y el siguiente paso lo quieren dar en el altar.

“Me piden recibir charlas matrimoniales y llevo 50 años en charlas”, manifestó José Manuel, quien se comprometió a dar el siguiente paso y seguir amando a Guillermina hasta que la muerte los separe.