25/07/2024
08:20 AM

Javier Mejía: “Solo 17 de cada 100 jóvenes llegan a la universidad”

De esta cifra de estudiantes, solo el 7% alcanza el título de educación superior y un 2.5% un grado de maestría.

San Pedro Sula

Honduras es el segundo país de Centroamérica con el menor número de universidades, solo superado por Guatemala. Son 21 en total a nivel nacional, de las que 15 son privadas y se rigen por la Asociación Nacional de Universidades Privadas (Anuprih), órgano que recientemente pasó a presidir el máster Javier Mejía, quien además es el rector general de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH). El reconocido académico habló con LA PRENSA sobre la visión que tiene para reforzar la educación superior privada durante su gestión y la situación actual del sistema.

¿Qué es la Anuprih?

La Anuprih engloba las 15 universidades privadas de Honduras y anualmente hay una elección de una nueva junta directiva, en este caso la UTH es la responsable de dirigir esta junta directiva. Esta junta es la encargada de representar a todas las universidades privadas ante todos los organismos nacionales e internacionales que buscan apoyo de universidades privadas para fortalecer la educación en este nivel. Además, Anupri es la encargada de gestionar ante el Gobierno una serie de apoyos para lograr que la educación privada y pública vayan tomadas de la mano bajo una gran figura que ha sido creada de una manera principal, que es la Universidad Hondureña. Bajo esta gran figura, las universidades públicas y Anuprih se han unido para establecer diversas iniciativas.

¿Cuál es su visión como presidente de Anuprih? ¿Qué proyectos piensa ejecutar desde su cargo?

Básicamente lograr que el conjunto de universidades de Anuprih trabajen como un todo para presentarse como tal a organismos que puedan apoyarles. Estamos presentando una prepuesta ante un organismo financiero internacional que se encargará de ayudarnos en un nuevo programa de formación docente. Estamos presentando otra propuesta a otro organismo internacional que nos permitirá traer 20,000 oportunidades de trabajo para todas las universidades hondureñas, nos dejará abrir el panorama para que los estudiantes tengan un trabajo que les pueda proporcionar los fondos para seguir estudiando, y así unos cuatro o cinco proyectos más, como uno en el que universidades hondureñas podrán aliarse con universidades de Estados Unidos y Sudamérica.

¿Qué porcentaje de estudiantes de secundaria ingresan a la universidad?

De cada 100 alumnos de primaria, solo 30 se gradúan de secundaria, y de estos apenas 17 van a la Universidad, y solo 7 culminan una carrera superior.

Ya a nivel de posgrado todavía baja más, anda en 2.5%, todavía mucho más bajo. Esto nos lleva a que apenas un 7% están terminando la universidad y que se quedó atrás una gran cantidad de estudiantes.

Honduras es el segundo país de Centroamérica con menos cantidad de universidades, ¿afecta esto al desarrollo del país?

Claro que afecta, pero más que abrir nuevas universidades se debe ampliar la cobertura de centros de las que ya hay. Necesitamos no solo el sistema público, también el privado, cubrir más para que de esa manera el estudiante no tenga que viajar fuera de su localidad y pueda tener un mayor alcance la cobertura universitaria, esto es uno de los principales retos. Nuestra cobertura es que de todos los jóvenes solo el 17% están en la universidad, el resto no está. Eso es pavoroso porque si el 17% equivale a 200,000 estudiantes, el 83% es aproximadamente un millón de personas que están fuera del sistema y que tienen en este momento entre 18 y 24 años.

¿Considera que la educación superior debe replantearse su oferta académica?

Es una pregunta clave porque hoy los empresarios están pidiendo cosas muy específicas y hoy las universidades debemos satisfacer esas demandas específicas de las empresas; por ejemplo, en el área de computación están buscando programadores, necesitamos fortalecer los programas donde se enseña programación y debemos hacer un fuerte énfasis en esta área, ya que se está exigiendo a nivel mundial. También se está solicitando que el campo y la tecnología se unan, y para estos las universidades deben pensar cómo trasladar su tecnología, ya sea para café, banano o llámese como lo queramos llamar; pero es importante que haya un trabajo en conjunto.