Maritza Sánchez reside en la colonia San Juan, de Chamelecón. Ayer pasó una noche infernal: sin energía, deshidratada por el calor y al abrir la llave para refrescarse no había agua.
Es un cuadro repetitivo en la ciudad evidenciando que la crisis energética ya está pasando factura también en el suministro de agua en un municipio donde las temperaturas rondan los 40 grados y su población pasa del millón y medio de habitantes.
El intenso verano producto del cambio climático ya afectaba los niveles de producción de agua en las principales fuentes superficiales como los río de Piedras y Santa Ana, las que en este momento están al 30% de la capacidad, agudizándose con la crisis energética.
Ante el panorama generado por el verano y como siempre ocurre, la empresa concesionaria Aguas de San Pedro echo mano de los pozos de emergencia, todos operados con energía eléctrica.
“En este momento consumimos un 80% de agua subterránea y apenas un 20% de superficial. En período normal el 60% es de fuentes superficiales y el 40% es subterránea”, explica la gerente técnica de la concesionaria, Verónica Pascua.
“Los principales ríos que abastecen la ciudad y Cofradía han bajado considerablemente, siendo el Zapotal el único que está a un 60% de su capacidad”.
“Estamos trabajando con pozos de emergencia y tenemos los suficientes para poder suplir la demanda el problema son las interrupciones de la energía enfatiza. En verano las fuentes superficiales siempre bajan, pero ahorita se está agudizando por las altas temperaturas más el problema energético”, explicó Pascua en entrevista con LA PRENSA.
“En otros veranos se han dado lluvias esporádicas y eso ayuda a que la fuente se recupere sin embargo, ahorita el verano también es crítico”, dijo.
De acuerdo a los registros de la concesionaria, el inconveniente en este momento es mayor en Chamelecón, donde se ubica uno de los principales acuíferos.
“En el sector de Chamelecón hemos tenido muchas dificultades con el servicio y actualmente lo estamos abasteciendo con cisterna cuando se dan estas interrupciones prolongadas en el servicio eléctrico, pero por ser uno de los principales acuíferos que abastece la ciudad también provoca problemas en el centro y la red baja de la ciudad”, detalló.
San Pedro Sula tenía décadas de no recurrir a las cisternas para abastecer de agua algunos sectores.
Generadores
La concesionaria cuenta con generadores que se encienden cuando hay interrupciones de energía, pero están claros que no suplen toda la demanda. Cuando son interrupciones de dos, tres y cuatro horas provoca un desequilibrio en el suministro porque los tanques se vienen abajo a las horas de alto consumo y provoca en algunos sectores bajas presiones y hasta falta de agua cuando no tenemos el servicio de energía, detalló la ejecutiva.
Aseguró que hay problemas de suministro en toda la ciudad por las interrupciones con mayor acentuación en Chamelecón, Satélite y Calpules donde el abastecimiento es 100% de fuentes subterráneas también la Rivera Hernández y el sector El Carmen.
Impacto
La ingeniera y ambientalista Diana Betancourt, recordó que en los últimos 50 años el Valle de Sula ha sido afectado recurrentemente por diversas tormentas tropicales y huracanes, así como períodos prolongados de sequía.
Como consecuencia, ha dejado impactos negativos severos afectando a varias comunidades y a la economía del país, por daños a las actividades agrícolas, industriales, comerciales y a la infraestructura vial, así como problemas en los servicios de agua, saneamiento y otros.
Ésta problemática se agudiza con la crisis energética que estamos atravesando, aseguró.
Indicó que el Valle de Sula y específicamente San Pedro Sula por sus características biofísicas y socioeconómicas, ha incrementado su vulnerabilidad posiblemente por los efectos del cambio climático, pero también por las diversas actividades antropogénicas desordenadas.
Consideró que es momento de que los sampedranos comiencen a ciudar el agua y no desperdiciarla.
A criterio del ingeniero Osmin Bautista, experto en hidráulica, es urgente tomar todas las medidas necesarias para cuidar y proteger la montaña de El Merendón que es la fábrica de agua en la ciudad.
“Urge reforestar, cuidar todos nuestros acuíferos, como el de Sunseri, Chamelecón, Chotepe y Río Blanco”, remarcó.
Bautista dijo que es importante emprender campañas de socialización para evitar el desperdicio del agua.