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Ingeniero es rescatado de las calles y reintegrado a la sociedad

  • 22 diciembre 2022 /

Mensajeros de la Paz Honduras, presidido por el doctor Jaar, bañaron, rasuraron, vistieron y alimentaron a Ricardo Alfonso Rodríguez y le dieron un hogar para vivir y buscar trabajo

San Pedro Sula, Honduras.

Ricardo Alfonso Rodríguez Melara (de 71 años), es un mecánico e ingeniero civil que destacó en diversos proyectos en todo el país, pero luego su estado emocional decayó, y sin motivaciones de vida comenzó a vivir en las calles.

Ayer, luego de seis años de dormir entre toldos, botellas y cucarachas en el centro de San Pedro Sula, Mensajeros de la Paz Honduras, le dio una nueva oportunidad de reinsertarse en la sociedad y brillar de nuevo con sus talentos.

El hombre, quien ha perdido parte de su masa muscular en las piernas inferiores y con ello movilidad, estaba bajo unas lonas a un costado del hotel Sula.

Para saber

Mensajeros de la Paz surgió en 1962 en la ciudad de Oviedo bajo el nombre de Cruz de los Ángeles, una iniciativa de dos jóvenes recién ordenados sacerdotes católicos: el padre Ángel García Rodríguez y el padre Ángel Silva. En ese entonces, estaba formado por un colectivo de personas movilizado por una especial sensibilidad social hacia el sector de la marginación infantil y juvenil. Estos jóvenes emprendieron una aventura destinada a la atención de niños carentes de hogar, a los que se les ofreció la posibilidad de vivir en un ambiente adecuado para favorecer su desarrollo.

José Jaar, presidente de Mensajeros de la Paz, personalmente lo revisó y subió a un vehículo llamado “Robin Hood” y fue llevado a las instalaciones de esta institución en la 21 calle y 17 avenida de la colonia Altamira.

Ahí dos enfermeras lo bañaron, lo vistieron y luego degustó una sopa de res con el personal, que días atrás lo visitó en las calles para comenzar el proceso de reinserción.

“Es increíble lo que hacen por mi, me siento motivado para volver a rehacer mi vida y no caer en las calles de nuevo. Agradezco a todo el personal de Mensajeros de la Paz y el doctor Jaar por esta acción tan noble, tienen un espacio en mi corazón”, comentó.

Luego un barbero se encargó de cortar su larga cabellera ceniza y su barba para darle forma de nuevo a su rostro y causar quebranto y felicidad en Ricardo Alfonso al verse en un espejo. Sus amigos de la adolescencia Marco García y Raúl Morillo fueron clave para motivarlo y comenzar este proceso.

A pesar de vivir en las calles, Rodríguez Melara, no ha perdido la elocuencia para hablar y deja entrever la cultura que ha adquirido con la educación. Este estudió ingeniería civil en Centro Universitario Regional del Norte (Curn), hoy la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs).

Al egresar trabajó en desarrollo de obras civiles como puentes, carreteras y trabajó en la represa hidroeléctrica El Cajón y la Fuerza Aérea Hondureña. Asimismo en el proyecto de primera y segunda etapa de Lacthosa, la Escuela Nacional de Ciencias Forestales de Siguatepeque y la firma Reyes y Asociados de Tegucigalpa, entre otros.

El hombre recibió un baño, comida caliente, ropa, corte de pelo y un hogar para rehabilitarse.

Como mecánico autodidacta reparaba motos por afición. Mensajeros de la Paz le consiguió una casa para habitar a este hombre y le buscan un trabajo digno para que se sienta motivado, al tiempo que le harán sesiones de rehabilitación para que recupere fuerza en sus piernas. José Jaar dijo que visitarán periódicamente a Rodríguez Melara y que este proyecto de reinserción de personas continuará para dar esperanza y amor.