Unos 100,000 niños de escuelas ubicadas en zonas urbanas y rurales aprendieron a valorar la producción de alimentos saludables a través del proyecto Huertos Escolares impulsado por la municipalidad sampedrana.
Están a las puertas de iniciar con la tercera edición, y esta vez se incluirá la acuaponía o cultivo de peces y la hidroponía para legumbres. En 2023 unas 125 escuelas de la zona urbana y 6 del área rural de San Pedro Sula cultivaron frutas, verduras y plantas aromáticas.
La primera edición fue con verduras, el equipo municipal incorporó en la segunda edición el cultivo de plantas aromáticas como albahaca, tomillo, eneldo, manzanilla, menta, hierbabuena, romero y lavanda, y este año la acuaponía.
Para el alcalde Roberto Contreras, con este programa buscan que la clase de artes agropecuarias vuelva al pénsum escolar. “Los niños han aprendido cómo cultivar y esto nos alegra sobremanera porque los motivamos premiando a los mejores con mejoras en sus centros educativos”.
El gerente de ambiente, Luis Beltrán, explica que este programa representa una verdadera iniciativa de seguridad alimentaria, en la que se puede encontrar los espacios necesarios y verdaderos de un proceso de cambio de vida para los alumnos. “Estos niños ya llevan una semillita en su conocimiento de cómo producir alimentos”, asegura.
Recordó que es una iniciativa que ya tiene mucho tiempo en el país, pero se ha dejado de hacer.
Otra de las enseñanzas a los niños, con este proyecto, fue el tema de la fertilización. La municipalidad tiene una compostera municipal donde produce abono orgánico con desechos que salen de la ciudad. “Se mejoró mucho en la fertilización. Gracias a la compostera hemos utilizado lo que antes eran contaminantes en la ciudad como residuos vegetativos en los mercados y los transformamos en abono, con ello se fertilizaron las plantas que los niños han consumido durante el proceso de huertos escolares”, indica.
Alumnos, maestros y padres de familia han mostrado satisfacción con el proyecto municipal que a su juicio debería ser replicado en otros municipios.
Damaris Velásquez, docente del centro de educación básica de la colonia San José V, asegura que ha sido una experiencia maravillosa, muy edificante para todos los involucrados en el proceso.
“El proyecto viene a ser una herramienta valiosa en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje”, asegura la docente.
La maestra expuso que es un trabajo enorme, pero que lo han disfrutado y hecho en equipo. “Con nuestros jóvenes hemos desarrollado habilidades, obtenido conocimientos y lo más importante; cosechamos y llevamos los frutos a nuestras casas”, detalla. Este año se espera involucrar a más centros educativos para seguir enseñando, premiando y lo más importante que conozcan sobre la seguridad alimentaria.
