Plasma sanguíneo es lo que más necesitan los hospitales en la ciudad industrial para afrontar las emergencias por la temporada de fin año.
En Emergencia Pediátrica del hospital Mario Rivas hasta ayer no se habían reportado niños con quemaduras por pólvora ni en la Fundación Ruth Paz, pero estas desgracias son impredecibles, por lo que hay que estar preparados.
Miembros de la Cruz Roja y personal de emergencia de los centros asistenciales tienen listo el personal de turno por las urgencias que puedan presentarse a causa de la violencia, los accidentes y los partos.
El banco de sangre del Rivas se mantiene abastecido del vital plasma, pero no se sabe hasta cuándo puede durar.
“Esperamos resolver la crisis, aunque el 31 es más peligroso que el 24. Con lo que tenemos, podemos; pero necesitaríamos otras pintas después. No queremos quedarnos sin pintas”, dijo Jackelin Cuéllar, jefa de turno del laboratorio clínico.
Mencionó que las áreas donde se necesita con frecuencia la sangre son emergencia de cirugía y labor y parto.
Afirmó que los familiares de los pacientes son los que más donan. Por eso les hizo un llamado a los ciudadanos para que lleguen a donar. Especialmente a los que son mayores de 18 años y pesan más de 110 libras.
“Se nos van unas siete pintas por paciente; depende de su estado. Hasta a los médicos les toca regalar. Hay momentos en que nos quedamos sin nada”, aseveró la especialista.
Carlos Caballero, subdirector del Rivas, manifestó que están abastecidos de material químico quirúrgico y con el personal suficiente esperan resolver las crisis en los días de fiesta que faltan.