En su reciente visita a San Pedro Sula para promover el ElectoFest 2025 e incentivar a los jóvenes a participar en los procesos electorales, el representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Richard Barathe, conversó con LA PRENSA acerca de los proyectos que tiene la agencia para este año, la democracia en Honduras y la transparencia en las próximas elecciones.
El PNUD se ha caracterizado por su respaldo constante a Honduras. ¿Cuáles son los programas que tiene actualmente y qué nuevos proyectos vienen para 2025?
En Honduras tenemos 40 proyectos en curso en diversos temas. Por un lado, la gestión sostenible de los recursos naturales y el fortalecimiento a la resiliencia climática, en particular en el valle de Sula. En economía hemos apoyado al país en la colocación del primer bono de sostenibilidad el año pasado. Hemos estado acompañando en temas de protección social, la gobernanza con el acompañamiento electoral y la eficiencia del Estado a través de la transformación digital, así como la productividad de las micro, pequeñas y medianas industrias, entre muchos otros.
El PNUD también ha sido un aliado para la democracia hondureña; en esta ocasión, ¿cuál es el aporte que está realizando de cara a las elecciones internas y generales?
El PNUD ha venido apoyando inclusive desde antes de las elecciones de 2021 en el fortalecimiento de la institucionalidad electoral, también apoyamos al Registro Nacional de las Personas (RNP) con la nueva identificación nacional, una identificación digital de última generación, de las más robustas que hay en América Latina y uno de los documentos de identidad más seguros que hay en la región. Desde entonces se había logrado un avance notorio en la capacidad de la institucionalidad electoral y es por eso que en febrero de 2022, el 84% de la población hondureña ya se pronunciaba favorablemente sobre la transparencia de ese evento electoral. El reto de cara a estas elecciones es sostener esa confianza y esos niveles de avance.
Y en materia de conectividad, ¿cómo se encuentra Honduras y cómo influye en los procesos electorales?
El proyecto electoral que estamos impulsando este año es financiado por la Unión Europea y en las distintas conversaciones que hemos tenido con la institucionalidad electoral nos han informado que existe un desafío en materia de conectividad, con 1,750 zonas en donde habrá centros de votación que hoy no tienen conectividad y eso es un reto, sobretodo de cara a las elecciones generales. Creo que será un tema que se irá atendiendo, pero no sé qué tanto tiempo hay para dotar a todos estos centros de votación con un nivel de conectividad suficiente. En todo caso, ya empezaron a recibir el equipo para la transmisión de resultados preliminares que es otro elemento que viene a fortalecer la confianza.
Tomando en cuenta todos estos elementos, ¿considera que tendremos elecciones transparentes este año en Honduras?
Diría que se ha hecho todo lo posible para que así sea. En esta ocasión se nombró a las autoridades electorales con mayor antelación, se ha logrado dotar del marco legal suficiente para que puedan operar adecuadamente las instituciones electorales, inclusive el presupuesto se ha dado con mayor antelación que antes. Hay muchos elementos que vienen a favorecer la tesis de que existen condiciones para que el evento electoral se dé en forma y tiempo. Por su puesto, mucho de esto depende del comportamiento de la clase política y el respeto a las reglas establecidas y las herramientas que se han venido desarrollando. Me refiero, por ejemplo, a la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización que tiene un rol fundamental en un país como Honduras. Estamos en un mundo donde el consumo de drogas se ha duplicado y hay infiltración de la criminalidad organizada en los procesos electorales a nivel internacional, y con más razón la unidad debe contar con las herramientas necesarias para auditar el financiamiento de las campañas electorales.
¿Considera que la unidad tiene la autonomía suficiente?
Creo que hay un espacio de mejora. La UFTF puede verse fortalecida su capacidad de sanción acerca del incumplimiento que pueda existir en todo lo que respecta al financiamiento de las campañas.
¿Qué fortalezas y debilidades han identificado en el CNE y el TJE?
El Tribunal de Justicia Electoral tuvo un gran logro en 2021, ejercer su función sin un marco legal y establecer protocolos con base en convenios internacionales, ahora que cuentan con el marco legal y con la reglamentación que tienen que completar en los próximos días, van a poder generar los niveles de certeza suficientes de cumplimiento. Hay una gran disposición de parte de las autoridades del TJE y lo mismo con el CNE. Espero que desde el PNUD estemos en la capacidad de seguir apoyándoles, pero las condiciones de éxito de un evento electoral no depende únicamente de las instituciones electorales, depende también de la participación ciudadana en el proceso y de las fuerzas políticas.
¿Qué se puede hacer para reducir el abstencionismo electoral?
En primer lugar, hacer un llamado a la población a participar, a la juventud en particular que ha estado un poco distante de los proceso democráticos, recordándoles que no participar es darle la decisión de quién va gobernar, a tomar decisiones sobre su futuro a alguien más y generar la confianza de que su voto será respetado.
¿Cuál es el llamado a los actores políticos?
En primer lugar es el respeto a las reglas establecidas en el contexto electoral. El otro llamado es a provocar un debate de ideas, más de ideas que de señalamientos. Un país como Honduras necesita de niveles de diálogo, de consensos para poder llevar a cabo una visión transformadora de largo plazo.
