Los maestros del departamento de Cortés se declaran “cansados” de las trabas que han encontrado en el Inprema para renunciar a la Cuenta de Ahorro Previsional (CAP).
El Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema) proporcionó a los docentes de la zona el formulario que habilitaron en Tegucigalpa para que pudieran renunciar a las deducciones; sin embargo, en los últimos días se han presentado inconvenientes que a juicio de los educadores es “una forma de dilatar el proceso para evitar que ellos puedan renunciar al CAP”.
Los docentes que renunciarían al sistema se han presentado a las instalaciones en San Pedro Sula y ayer no estaban siendo atendidos. Muchos tuvieron que acomodarse en sillas en las afueras soportando las altas temperaturas.
Con el paso del tiempo lograron dialogar con el director noroccidental del Inprema, Jorge Franco, y las atenciones volvieron.
Luego de la aprobación de las reformas a la ley del Inprema en diciembre del año pasado, se les deduce a los docentes un 4% de su salario donde el 3.5% va para el instituto a través de las Cuentas de Ahorro Previsional y un 0.5% para los colegios magisteriales.
Según las autoridades, los beneficios de las CAP son un seguro de un millón de lempiras, otro de medio millón, un seguro de vida por participante de 200 mil lempiras más un seguro de auxilio por cualquiera de los miembros del grupo familiar y, por último, un seguro médico dándoles la opción a los afiliados a optar por aportar a una de las dos entidades.
Para los maestros, estos beneficios son “fantasiosos y humorísticos”, por lo que han optado en mayoría a renunciar a los mismos. “Ninguna aseguradora ofrece estos servicios a nadie y la gente del Inprema quiere vendernos eso”, manifestó Raúl Soberani, presidente de la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras en Cortés.