14/07/2025
12:31 PM

Cardenal: 'La crisis moral es grande”

Máximo líder de la Iglesia Católica dijo que los jóvenes son los que entran en el sicariato.

La ola de violencia en el país es condenada por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien señaló que la crisis es también moral.

“La crisis es grande y no es tanto económica, sino moral. Cuando se pierde el respeto a la vida, cuando por cualquier cosa se quita la vida a otras personas, estamos actuando equivocadamente”, expresó el máximo líder de la Iglesia Católica en el país.

El cardenal mencionó la manera como el mandamiento de la ley de Dios de no matar parece haber sido olvidado totalmente en el país, hasta el punto de que los jóvenes son quienes entran en el sicariato.

“Muchas veces, a los Gobiernos se les olvida el principio fundamental del cristianismo, que es el bien común, donde no puede pensar sólo en el bien individual, sino el común, y cuando se eligen autoridades para que gobiernen un país deben hacer esfuerzos muy grandes para que puedan servir a todos”.


Respecto a la crisis educativa nacional dijo que, mientras no se toque fondo en el problema, se continuará perdiendo educación.

“Si no se llega a tocar fondo en este problema, que no sólo es un problema de sueldo, es un problema de cambiar la mentalidad”, precisó.

“Es muy justo que un educador sea muy bien pagado y eso lo entendemos todos, pero al mismo tiempo
tienen que ser responsables y no dejar a los niños y a los jóvenes sin educación”.

Signos de esperanza

El jerarca católico, que visitó San Pedro Sula para la disertación en la cena benéfica de Nutre Hogar, recordó que en un discurso del papa Juan Pablo Segundo en Lima, Perú, en 1985, delineó el centro de la razón de la esperanza de los cristianos: “El Papa os dice: Renovad vuestro optimismo.

Vuestra esperanza no quedará defraudada. Cristo os acompaña y ha vencido al mundo”, señaló.

Prosiguió: “La causa del hombre del día de hoy se llena de esperanza en Cristo Jesús. Nuestra esperanza en él está llena de inmortalidad.

Los cristianos aman al mundo y tantas cosas y personas buenas que hay en el mundo porque han salido de la mano de Dios, pero poseemos una esperanza nueva en Cristo Jesús, el verbo de Dios que se hizo hombre y después de morir resucitó”.

El cardenal agregó que la tarea de los cristianos es predicar, testimoniar, anunciar, hacer vida esa verdad, que esa esperanza se vea y transforme cada corazón y el mundo entero.

“En nuestros días, con tantas noticias negativas y tantos antivalores que cada día se van globalizando, es necesario que más que nunca trabajemos en la globalización de la esperanza”, dijo en la conferencia.

Rodríguez señaló en su disertación que la esperanza no depende de los talentos y los dones de la gente, de la salud física o del éxito en la vida, sino que proviene de alguien que está más allá de nosotros.

“La esperanza que el mundo busca nos viene de Dios, de nuestra fe y fidelidad a Dios”.