18/12/2025
01:39 AM

Abuelos añoran aquellos diciembres

Este fin de año pocas organizaciones apoyaron a la Casa Hogar Perpetuo Socorro.

En el cuarto 2 de la Casa Hogar Perpetuo Socorro vivía Don Jorge Molina, de 80 años, quien falleció dos días después de Navidad. Acompañado nada más del personal que labora en el centro,
apenas pudo recibir la mitad de una manzana.

“Estaba triste porque estuvo solo, este fue el año en que muy pocos se acordaron de ellos”, dijo la directora Ana María Ríos.
Un paro cardíaco detuvo el reloj en la vida de don Jorge, dos días después de Noche Buena.

El fin de año más solitario de toda la historia están viviendo los ancianos de este legendario asilo. Apenas dos cajas de manzanas, pastel y pavo recibieron esta Navidad de personas anónimas que prefieren quedarse solo con la satisfacción de haberlos apoyado.

Esperan ayuda

Cruz Fernández, mejor conocida como “doña Crucita” es la anciana con más
tiempo en el Hogar y más edad. Tiene 9 años de vivir allí y 105 años de edad. Apenas puede hablar y enderezar su cabeza para hablar suavemente. Solo hay una frase que le sale del alma “queremos que la gente se acuerde de nosotros”.
Ella
pasa sus días en el hospital del asilo, esperando el apoyo de los sampedranos.

Don Noel Baenz, un simpático señor de 84 años, sonríe con entendimiento a quienes logra ver. A pesar de que la artritis severa lo tienen en silla de ruedas y con sus manos inmóviles desea que todos los “habitante de la ciudad de los zorzales tengan un hermoso fin de año y puedan disfrutar sin excesos un a­ño más”.

Él fue abandonado por sus hijos y esposa hace un par de años en el asilo, sin embargo no les guarda rencor. “Yo aun los amo, y no quisiera que vinieran a verme solo por presión social. Que estén donde estén,
vengan por iniciativa propia”, dice con voz entrecortada.
Necesidad

Ana María Ríos hace el llamado a toda la población para cambiar la triste situación en que los ancianos están destinados a pasar este 31 de diciembre. “Necesitamos muchas cosas para los ancianos hoy en día. Solo una pastelería y una repostería se han proyectado en estas fechas.

También hace poco nos trajeron una fuerte cantidad de ropa para que ellos se pongan y estrenen en Año Nuevo. Pero nos estamos quedando sin cosas básicas como tanque de oxígeno y materiales para sus cuidados. Además de eso, este año no habrá comida suficiente para ellos, todavía no hay manzanas y uvas. Tampoco regalos ni visitas de gente u organizaciones que les venían a dejar, aparte de objetos, un poco de su tiempo”, señaló Ríos.

Años atrás “los abuelitos han tenido que botar la cantidad de cosas que se les han arruinado pero estaban felices porque la gente se acordaba de ellos, ahora la mayoría pasa preguntando por las atenciones a que los sampedranos los tenían acostumbrados”, indicó.