A temprana edad deben enfrentarse a obstáculos tan grandes que ponen en peligro sus vidas, como el cáncer.
Ayer, Día Internacional del Niño con Cáncer, hubo un acto en esta ciudad. Padres de familia encendieron velas en memoria de los niñosfallecidos por la mortal enfermedad.
Mensualmente se diagnostican al menos seis casos nuevos de niños con cáncer en San Pedro Sula. En la sala de hemato-oncología de la Fundación Hondureña del Niño con Cáncer de
esta ciudad se atiende a alrededor de 1,500 casos; el 70% tiene posibilidades de superar la enfermedad.
Tania Cerrato, oncóloga pediatra de la Fundación, manifestó que es muy probable que el número de casos de niños con cáncer haya aumentado en los ultimos tres años, ya que cada vez es más frecuente que los menores sean remitidos de otros centros hospitalarios a la fundación; no obstante, dijo que se sienten satisfechos porque los enfermos están llegando al centro y se pueden tratar.
Cerrato indicó que la leucemia (cáncer en la sangre) sigue siendo el que más se diagnostica en niños. “El 60% de la población infantil padece leucemia. El 40% es por tumores cerebrales, neuroblastomas, osteosarcomas y retinoblastomas”, explicó.
Cada 15 de febrero se celebra este día. Al menos 200 mil niños en todo el mundo padecen cáncer.
Por esto, la enfermedad se convierte en la segunda causa de mortalidad infantil, según un informe de la Unión Internacional Contra el Cáncer. Lamentablemente no todos tienen las mismas posibilidades de curación que los niños de los países desarrollados.
La Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer ha luchado por más de 26 años por llevar una esperanza de vida a los más de tres mil niños que actualmente en Honduras padecen de cáncer proporcionándoles en forma gratuita todos los medicamentos oncológicos y creando las condiciones para que los niños y sus familias tengan una esperanza de vida.
Luchando por su vida
Yerlin Yackeline Bonilla es una niña de 13 años que en noviembre de 2011 fue diagnosticada con osteosarcoma, un cáncer óseo que aparece por lo general en cualquiera de los extremos de la diáfisis de un hueso largo. Su madre, María Santos, recuerda como si fuera ayer cómo comenzó su odisea.
“Le empezó doliendo la rodilla y eso le impedía caminar, pensamos que era un golpe y no le pusimos mucha atención, luego el dolor era cada vez más fuerte y se le inflamaba la rodilla.Cuando la llevé al ortopeda, él me dio la noticia de que tenía cáncer y que tenía que amputarle la pierna o podía morir, para mí fue muy triste”, dijo llorando Santos.
El 28 de marzo cumple un año de no tener la pierna derecha. Para Yackeline ha sido muy difícil aceptar los cambios en su cuerpo, pero su valentía no ha permitido que desfallezca. A pesar de los dolorosos tratamientos ha logrado superar todo, ayer terminó su tratamiento de quimioterapias y los médicos aseguran que su pronóstico es muy alentador. “Las probabilidades que recaiga son mínimas”, dijo Cerrato.