San Pedro Sula, Honduras.
Un grupo de médicos en servicio social en el hospital Mario Catarino Rivas determinó mediante un estudio que el 35% de los pacientes que sufren un ictus isquémico agudo, más conocido como derrame cerebral, fallecen luego de ser dados de alta.
Alan Montalvo, médico en servicio social de la Unah-vs, que participó en la elaboración del estudio, dijo en primera instancia que el accidente cerebrovascular representa la principal causa de hospitalización en las salas de neurología del Rivas y prevalece como una de las principales razones de mortalidad en el centro asistencial.
El derrame principalmente es generado por factores de riesgo asociados como las enfermedades cardiovasculares, hipertensión; asimismo, hay otras afecciones que lo provocan como el tabaquismo, dislipidemia y todas las enfermedades asociadas al síndrome metabólico.
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“La principal causa de muerte se debe a que los pacientes después del ingreso se dan de alta en poco tiempo, ya que no hay salas acondicionadas para ellos. En realidad deben permanecer internos alrededor de tres meses y por factores económicos y otros solo se internan alrededor de una semana con tres días”, manifestó.
Luego de ser dados de alta, los pacientes no siguen los cuidados en casa, y eso tiende a provocar neumonías por broncoaspiración, puesto que a los pacientes se les dificulta comer y con esto fallecen”, agregó.
Otro de los problemas es que las familias de los afectados no pueden llevarlos a terapia por escasez económica y, además, los enfermos no les dan el tratamiento a las enfermedades que les propiciaron el accidente cardiovascular. En el estudio se evaluó a 20 pacientes, de los que fallecieron siete fuera del centro médico, representando el 35%. Asimismo, se determinó que el 75% de los afectados eran mujeres y que el promedio de edad rondaba los 72 años.
Solo el 30% de los afectados llegó al hospital en menos de tres horas a partir de presentar los primeros signos. El estudio se realizó entre noviembre de 2018 y mayo de 2019.
Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa que necesita. La consecuencia es que las células nerviosas mueren en unos minutos.