La salsa chimichurri es un acompañante emblemático de la cocina argentina, conocida por su capacidad de realzar el sabor de la carne asada. Esta salsa, fresca y vibrante, ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un favorito no solo en Argentina, sino en muchos países de América Latina y el mundo.
El origen del chimichurri se remonta al siglo XIX, cuando los inmigrantes europeos, especialmente los italianos y españoles, llevaron sus tradiciones culinarias a Argentina. Se cree que el nombre «chimichurri» proviene de la palabra vasca «tximitxurri», que significa «mezcla de varias cosas». Esta definición es bastante apropiada, ya que la salsa combina una variedad de ingredientes frescos como el perejil, ajo, orégano, y ají, todos ellos en perfecta armonía.
Ingredientes
1 taza de perejil
l fresco, finamente picado
1/2 taza de aceite de oliva
1/4 de taza de vinagre de vino tinto
4 dientes de ajo, finamente picados
1 cucharadita de orégano seco
1/2 cucharadita de ají molido (puedes ajustar al gusto)
Sal al gusto
Pimienta negra al gusto
Paso a paso
Lava bien el perejil y sécalo. Luego, pícalo finamente. Haz lo mismo con los dientes de ajo.En un bol, combina el perejil picado, el ajo, el orégano, el ají molido, la sal y la pimienta.
Vierte el aceite de oliva y el vinagre de vino tinto en la mezcla. Revuelve bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.Para obtener un sabor más intenso, deja reposar la salsa chimichurri durante al menos 30 minutos a temperatura ambiente antes de servir. Esto permitirá que los sabores se mezclen y desarrollen.