Unos 57,000 hondureños en riesgo por cancelación de TPS en EUA: "Es un balde de agua fría"
La cancelación del TPS entrará en vigor en septiembre de 2025; expertos advierten impactos económicos y hondureños amparados preparan demandas
- 07 de julio de 2025 a las 13:18 /
"La verdad es que esto ha sido un balde de agua fría para todos los hondureños, tengamos o no Estatus de Protección Temporal (TPS), porque había mucha expectativa de que la renovación sería automática", expresó con preocupación Juan Flores, líder de la comunidad migrante hondureña en Estados Unidos, tras el anuncio de la cancelación del gobierno norteamericano.
Como él, miles de hondureños en Estados Unidos enfrentan la incertidumbre de perder el Estatus de Protección Temporal (TPS), una medida que desde 1999 les ha permitido trabajar y residir legalmente en ese país.
LA PRENSA Premium revisó los datos oficiales de la población hondureña con TPS en Estados Unidos, publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y actualizados hasta 2018, y constató que, tras la reciente cancelación, unos 57,000 compatriotas quedarían expuestos a la deportación, poniendo en riesgo más de 176 millones de dólares anuales en remesas para Honduras.
Los datos indican que el 63% de los hondureños amparados bajo este beneficio migratorio ha vivido en EE. UU. por dos décadas o más; casi todos —el 98%— tienen más de 25 años de edad y casi la mitad domina el inglés.
Son mano de obra activa, pues la mayoría trabaja en industrias clave como construcción, cuidado infantil, hospitales y otros servicios esenciales.
Texas, Florida, Carolina del Norte y California concentran la mayor parte de esta población, superando cada uno los 5,000 hondureños con TPS. Además, 43,000 hogares estadounidenses dependen de estas personas, quienes generan un ingreso promedio de 40,000 dólares anuales y pagan hipotecas, impuestos y servicios.
Sin embargo, la cifra más preocupante está en Honduras, donde los hogares de más de 53,000 niños nacidos en Estados Unidos de padres hondureños con TPS podrían fracturarse si sus progenitores son deportados.
El eventual retorno masivo supondría una presión extra para un país que ya arrastra crisis de empleo, inseguridad y una frágil economía, según los expertos.
A la espera
El lunes 7 de julio, el Gobierno de Estados Unidos oficializó la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Honduras, según confirmaron autoridades de la Cancillería.
“Tras revisar las condiciones del país y consultar con las agencias gubernamentales correspondientes de Estados Unidos, se ha determinado que las condiciones en Honduras ya no justifican su designación al TPS”, informó en un comunicado el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
El canciller hondureño, Javier Bu, lamentó la decisión y mencionó la justificación del DHS, al informar que el país ha fortalecido su capacidad de respuesta desde el huracán Mitch, citando como ejemplo que la mayoría de la población tiene acceso a agua potable, saneamiento básico y electricidad.
Por su parte, el vicecanciller Antonio García, expresó a través de sus redes sociales que en cada reunión sostenida con las autoridades estadounidenses "se hizo absolutamente todo lo que un Gobierno pudo haber hecho, no se dejó piedra sin remover. La política e ideología antimigratoria de presidente Trump es de sobra conocida y trasciende a nuestro Gobierno y la de cualquier otro".
García enfatizó en las buenas relaciones de ambos gobiernos, pero anunció que habrá recursos legales y que esperarán la decisión de un juez.
Las autoridades detallaron que la terminación del beneficio migratorio entrará en vigencia 60 días después de su publicación en el Registro Federal, es decir, en septiembre de 2025.
“Lo que sigue ahora son acciones legales en las cortes; ya se están preparando para continuar la lucha porque Honduras no tiene las condiciones. Lamentablemente, la política de la presidenta Xiomara Castro nos ha perjudicado enormemente, tanto así que ni siquiera tenemos embajador aquí en Washington”, cuestionó Flores.
Por su parte, María Mendoza, hondureña residente en Nevada y miembro de la Alianza Nacional del TPS, lamentó la decisión y criticó la falta de respaldo del Gobierno. “Estamos en incertidumbre, muy tristes por esto que está pasando. Es muy difícil, nada comparable a años anteriores. Lanzaron la campaña ‘Hermano, vuelve a casa’, pero ¿cómo cree que vamos a volver? ¿Cómo viviríamos en Honduras si mucha gente allá no tiene nada?”, expresó.
“Para nosotros es muy difícil. Todos tenemos muchos años de vivir en este gran país. En mi caso, voy a cumplir 28 años aquí, y no es nada fácil”, agregó con preocupación.
Otros compatriotas responsabilizaron al Estado de Honduras por la cancelación del beneficio, señalando que la relación con Estados Unidos se ha vuelto tensa y llena de desacuerdos desde hace meses, principalmente por la gestión del canciller Enrique Reina.
Impacto
El economista y experto en política internacional, Martín Barahona, subrayó que el golpe económico por la cancelación del TPS no se limita a los 176 millones de dólares anuales en remesas que se calculan, pues el impacto real podría escalar hasta 300 millones de dólares en el mediano plazo, considerando la expulsión de hondureños, nuevas restricciones migratorias y hasta impuestos a los envíos de dinero.
"Este impacto en las remesas puede estar entre esos 150, 170, hasta 300 millones de dólares al año, sumado a que el próximo año va a ser este impuesto a las remesas, que ahorita fue del 1%, pero que puede incluso eventualmente subir", explicó.
“Era algo que se veía venir desde hace años, pero ahora es oficial y rompe con toda una historia. Aunque los beneficiarios del TPS son una minoría dentro del total de migrantes, han representado un alivio porque podían trabajar y enviar dinero a sus familias, mientras estaban seguros de no ser deportados durante extensiones que duraban año y medio o dos años”, agregó Barahona en entrevista con LA PRENSA Premium.
De acuerdo con cifras del Banco Central de Honduras (BCH), en 2017 ingresaron al país 4,428 millones de dólares en concepto de remesas. De ese total, los envíos realizados por hondureños amparados con TPS representaron el 3.98 % del monto global.
Las remesas familias recibidas en los primeros meses de 2025 han mostrado un aumento en comparación a 2024, con $4,663.7 millones de dólares, los cuales se espera que superen los 10,000 millones al cierre del año.
Barahona recordó que el programa nació tras la devastación del huracán Mitch, cuando Estados Unidos permitió que cerca de 100,000 hondureños permanecieran legalmente y accedieran a permisos de trabajo.
Sin embargo, subrayó que, a pesar de haber sido un beneficio “temporal”, la falta de resultados internos convirtió esa ayuda en un pilar que ahora deja expuesta la fragilidad del país.
“En 24 o 25 años Honduras debió hacer su tarea y mejorar condiciones reales de vida, servicios básicos y empleo, para que menos personas tuvieran que emigrar y para que quienes se fueron pudieran regresar cuando fuera viable. No ocurrió”, cuestionó.
Para Barahona, este nuevo golpe debería obligar a una reacción interna inmediata por parte de las autoridades. “Es un campanazo para que las élites políticas, la sociedad y las organizaciones cambien de actitud. Honduras tiene que dejar de depender de estos elementos externos y construir condiciones dignas para su gente", agregó.
En 2018, bajo el primer gobierno de Donald Trump, se había ordenado la cancelación del TPS para beneficiarios hondureños, pero frenó esta medida, otorgando una prórroga.
La última prórroga otorgada por el Gobierno de Estados Unidos al Estatus de Protección Temporal (TPS) venció el pasado 5 de julio de 2025. De no haberse anunciado su cancelación, la protección migratoria se habría extendido automáticamente, lo que generó sorpresa e incertidumbre entre miles de hondureños que confiaban en una renovación sin contratiempos.
La medida también afecta a ciudadanos de Nicaragua, pero el impacto más severo recae sobre Honduras, país que ahora enfrenta un golpe directo a su economía y a miles de familias que dependen de esas remesas. Otros países a los que se les canceló su TPS fueron Venezuela, Haití, Afganistán, Camerún y Nepal.