Jaguares, venados y tapires fueron captados pavoneándose por cámaras instaladas en un parque nacional del selvático departamento guatemalteco de Petén, fronterizo con México y Belice, en medio del confinamiento por el nuevo coronavirus.
'Por la falta de turismo y la falta de personas ingresando al parque, se mira a los animales con más frecuencia, los mamíferos grandes como los gatos, los jaguares, pumas, tapires, venados', dijo a la AFP Gabriel Urruela, guardabosque del parque nacional El Mirador, en Petén.
En las imágenes se ve cómo los animales andan sin ningún temor y muchos se acercan a bebederos para saciar la sed.
Las imágenes compartidas por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) de Guatemala permiten observar numerosas aves.
Urruela, de 34 años, comentó que al apreciar a los animales tan cerca 'tienes adrenalina, miedo, escalofríos, se te olvida el calor porque estás a 37 o 40 grados bajo la selva, se te olvida todo, se te olvidan los ruidos de la selva, que están los pájaros gritando, los monos gritando'.
'Creo que deberíamos tener un balance y no interferir los unos con los otros (humanos y animales) y así podemos convivir en armonía. A mí lo que me deja el coronavirus es que realmente sí impactamos a los animales, sí impactamos a la selva', comentó.
Guatemala mantiene un toque de queda parcial desde el pasado 22 de marzo para controlar la propagación de COVID-19.
Se mantiene suspendido el transporte público, así como las clases en escuelas y universidades, y están prohibidas las actividades sociales, deportivas y culturas. Las fronteras aéreas, marítimas y terrestres están cerradas para extranjeros.
Datos oficiales indican que el país alcanzó esta semana cerca de 600 casos de contagios del nuevo coronavirus y 16 muertos.
La llamada Cuenca del Mirador abarca 19 sitios arqueológicos de la cultura maya ubicados en Petén, 530 km al norte de la capital.
La zona está cubierta por inmensos árboles en el espesor de la selva del Petén y contiene la famosa pirámide La Danta, la más grande de las construcciones mayas, con 300 metros de ancho, 600 de largo y una altura de 72 metros.
Sin embargo, el departamento de Petén también está afectado por una veintena de incendios forestales activos que han destruido cientos de hectáreas de bosque.
Muchos incendios se originan en quemas para preparar los suelos para cultivos y ganadería, pero algunos fuegos son provocados por grupos del narcotráfico que construyen pistas de aterrizaje clandestinas, según autoridades y activistas.
La cultura maya, que se expandió por Guatemala, México, El Salvador y Honduras, tuvo su mayor esplendor en el llamado período clásico (250-900 d. C.), hasta que entró en una etapa de decadencia en el período posclásico (900-1200 d. C.).