Los mayas modernos revivirán el juego de pelota en un mundial en Copán Ruinas

El milenario juego resurge en Copán Ruinas que por primera vez en la historia será sede de un Mundial de Juegos de Pelota Maya, un evento que se desarrollará del 25 al 28 de septiembre

Los mayas modernos revivirán el juego de pelota en un mundial  en Copán Ruinas
  • 12 de septiembre de 2025 a las 22:00 /
San Pedro Sula, Honduras

Si hoy el fútbol logra paralizar ciudades enteras, unir multitudes y desatar pasiones, para los mayas el juego de pelota significaba mucho más que eso.

Era su gran escenario cultural y espiritual, un espectáculo donde no solo se medía la destreza física, sino también la capacidad de mantener intacto el orden del universo.

En el Popol Vuh, los gemelos divinos Hunahpú e Ixbalanqué no jugaban por trofeos ni medallas: jugaban por la vida misma, desafiando a los señores de la muerte en el inframundo.

Cada golpe a la pelota era un recordatorio de que el sol debía seguir su camino, que la luna volvería a aparecer, que el ciclo de la vida tenía que continuar.

Después de 1,300 años rueda la pelota maya en Copán

El juego, practicado desde al menos el año 1400 a. C. y vigente en el periodo clásico maya (250-900 d. C.), era una metáfora del movimiento del sol, la luna y los astros.

Hoy, más de un milenio después, Honduras revive esta tradición en Copán Ruinas, uno de los centros ceremoniales más majestuosos de la civilización maya.

Y si en el Popol Vuh jugar era sobrevivir al inframundo, hoy jugar es honrar la herencia cultural de un pueblo que entendió el deporte como reflejo de la eternidad.

Más allá de lo deportivo, el torneo busca rescatar una herencia ancestral compartida por las civilizaciones de Mesoamérica.

Cómo se juega y quienes participan en el Mundial de 2025

Por primera vez en la historia, Honduras será sede de un Mundial de Juegos de Pelota Maya, un evento que se desarrollará del 25 al 28 de septiembre en Copán Ruinas.

Esta será la sexta edición del torneo internacional, que previamente se ha realizado en México, Guatemala, El Salvador, México nuevamente y Belice.

En esta ocasión participarán siete países: Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Belice, Panamá y Honduras. Se estima la presencia de alrededor de 200 atletas y delegados de estas naciones.

Luis Ramos, directivo de la Asociación de Pelota Maya de Honduras (Asopemah) confirmó que se disputarán tres competencias: un torneo masculino, uno femenino y uno individual de tiro al aro.

Aunque Copán Ruinas será la sede oficial, los partidos no podrán jugarse dentro del parque arqueológico debido a razones de conservación.

En su lugar, los encuentros tendrán lugar en la cancha de baloncesto de la escuela bilingüe Mayatán, en Copán.

En el mundial, la pelota solo puede ser golpeada con la cadera y los glúteos. El uso de cualquier otra parte del cuerpo se penaliza con una falta.

Por lo general, se juega en este tipo de canchas y se adaptan a las reglas del juego maya.

El juego de pelota maya, considerado el precursor de todos los deportes porque la pelota no existía en Europa ni en otro lugar fuera de Mesoamérica, se disputará en la versión conocida como juego de cadera.

Esta es la más difícil, donde la pelota solo puede ser golpeada con la cadera y los glúteos. El uso de cualquier otra parte del cuerpo se penaliza con una falta.

Cada partido enfrenta a dos equipos de cuatro jugadores, con una duración de dos tiempos de 13 minutos cada uno, separados por un descanso de siete minutos.

El objetivo del juego es sencillo, pero desafiante: mantener la pelota en movimiento dentro del campo (pokyak) y lograr sumar puntos.

La puntuación se obtiene al marcar “rayas”, que equivalen a cinco puntos, cuando la pelota cruza la línea de fondo del equipo contrario.

Además, se utilizan dos aros suspendidos a media cancha: al introducir la pelota en uno de ellos, el equipo recibe 10 puntos adicionales.

La pelota está hecha de hule natural, pesa entre 2 y 3 kilogramos en la rama masculina y entre 2 y 2.5 kilogramos en la rama femenina. De acuerdo con los organizadores, este será el evento cultural y deportivo más importante del año en Honduras.

Uno de los rituales ancestrales antes de comenzar los juegos.

El país ha venido trabajando en la recuperación de esta tradición desde 2017, cuando formó dos equipos que han participado en competencias internacionales.

Antes ya se habían realizado torneos regionales, como los del Triángulo Norte con Guatemala y El Salvador, pero este será el primer mundial que se lleve a cabo en territorio hondureño.

Más allá de lo deportivo, el torneo busca rescatar una herencia ancestral compartida por las civilizaciones de Mesoamérica.

“Por primera vez en la historia van a venir representantes de varias ciudades mayas, de todos los países del mundo maya”, explicó Ramos, destacando que será un encuentro que combina cultura, identidad y un alto nivel de competencia.

El ganador se entregarán trofeos en piedra relacionados a Copán tallados por los artesanos locales.Además del torneo, se podrá disfrutar de la gastronomía, cultura, música y la magia de uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo.

El evento también está siendo apoyado por la Secretaría de Turismo.En la actualidad, Honduras tiene dos equipos de juego de pelota maya, uno se llama Honduras Ulúa y el otro Honduras Gualcarque, y ambos conforman la Selección Nacional.

Además del torneo, se podrá disfrutar de la gastronomía, cultura, música y la magia de uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo. El evento también está siendo apoyado por la Secretaría de Turismo.

En la actualidad, Honduras tiene dos equipos de juego de pelota maya, uno se llama Honduras Ulúa y el otro Honduras Gualcarque, y ambos conforman la Selección Nacional.

La pelota está hecha de hule natural, pesa entre 2 y 3 kilogramos en la rama masculina y entre 2 y 2.5 kilogramos en la rama femenina.

Un juego sin sacrificios

Esta idea que tenían los mayas del más allá y su conexión con el juego de pelota dio pie a una de las ideas más difundidas sobre los sacrificios humanos que resultaban tras el final de un juego.

No obstante, investigaciones arqueológicas y fuentes como el Popol Vuh, así como los hallazgos en sitios mayas, indican que esto es más un mito popular que certeza histórica.

En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué bajan al inframundo para jugar a la pelota contra los señores de la muerte.

Allí se enfrentan a trampas y pruebas donde la derrota equivalía a morir. Esta narrativa alimentó la idea de que el juego estaba directamente vinculado a la muerte y al sacrificio.

"El juego de pelota maya es el precursor de todos los deportes, porque la pelota no existía en Europa ni en ningún otro lugar, solo en Mesoamérica": Luis Ramos, directivo de Asopemah
Los mayas modernos revivirán el juego de pelota en un mundial en Copán Ruinas

En varios sitios mayas y mesoamericanos (como Chichén Itzá), hay relieves que muestran escenas de decapitación de jugadores. En uno famoso, un jugador sin cabeza tiene serpientes y plantas brotando de su cuello, simbolizando fertilidad y renovación.

Algunos investigadores interpretan esto como prueba de que el sacrificio estaba relacionado con el juego. Otros sostienen que se trata de metáforas cosmológicas, no de un castigo literal para los perdedores.

Así como hoy el fútbol tiene estadios gigantes y estrellas admiradas, los mayas construyeron canchas monumentales en ciudades como Copán, Chichén Itzá o Tikal.

Pero mientras nuestros ídolos deportivos buscan gloria y fama, los jugadores mayas participaban en un ritual donde el resultado podía decidir entre la continuidad del mundo o el triunfo de la oscuridad.

Uno de los equipos participantes. El Popol Vuh cuenta que los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué heredaron el juego de su padre y su tío, quienes también habían sido grandes jugadores de pelota. Esta herencia simboliza la transmisión de saberes y tradiciones
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Jessica Figueroa
Jessica Figueroa
jessica.figueroa@laprensa.hn

Periodista de investigación, editora y cronista. Con 22 años en el periodismo escrito y multimedia. Con subespecialidades en diseño y edición gráfica e inteligencia artificial.