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09:24 PM

Un mundo mejor

  • 24 diciembre 2021 /

    Hoy, 25 de diciembre, cuando los cristianos conmemoran el nacimiento del Hijo de Dios, es el día perfecto para reflexionar sobre esa hermandad y solidaridad que debe prevalecer en el mundo, sobre la tolerancia, la fraternidad y el amor al prójimo, sobre la esencia de esas palabras que conmueven a todos, creyentes y no creyentes, y nos hace desear ser mejores seres humanos. Un mensaje extraordinario que valora la gracia del perdón y las necesidades reales para edificar un mejor mundo.

    Además de celebrar junto a las personas que más amamos, qué puede significar la Navidad si no hacemos un paréntesis para profundizar en estas reflexiones que afectan nuestras vidas. Responder si de verdad practicamos ese amor por la gente, si somos solidarios individualmente y como sociedad; si nos dedicamos a estar esparciendo odio o nos conducimos a resolver las diferencias por el camino del respeto, la sabiduría y la consideración. ¿Es la caridad un valor que practicamos?, ¿somos capaces de superar las ofensas o vivimos arrastrando ese sentimiento de rencor que nos vuelve hostiles e infelices?

    Sí, son reflexiones que probablemente nos hacemos todos los años, pero nunca habían tenido el impacto que tienen hoy cuando son más los hondureños que están enfrentando el sentimiento de pérdida y ausencia por las vidas arrebatadas en estos casi dos años de pandemia, un drama tan enorme que ha conseguido cambiar no solo estilos de vida, sino las prioridades por los temas más importantes sobre los banales.

    Es una fecha para agradecer por lo que tenemos y entender la grandeza de compartir con quienes padecen carencias; acordarnos de los miles de hogares donde no hay tanto brillo ni dicha porque sufren por falta de empleo o por la pobreza que desde hace años se ha vuelto crónica en Honduras.

    La Navidad es la ocasión propicia para ser más generosos, para cultivar la bondad y gratificarnos con el valor de poder dar y contribuir a aligerar la carga de otros. Para servir de ejemplo a nuestros menores sobre el verdadero significado de ayudar y compartir desinteresadamente. Son los días cuando hacemos el balance sobre el año que está por terminar, mirar cuánto bien hemos hecho o cuánto daño provocamos; la época cuando estamos listos para plantearnos cambios y nuevos propósitos personales o en la familia.

    Eso celebramos hoy, el nacimiento de quien predicó ese mensaje maravilloso de paz, amor, generosidad y esperanza que nos llama a ser buenas personas que se esfuerzan cada día para construir un mundo más humano y justo para todos.