27/03/2024
07:48 AM

Taiwán y China continental

    Crecientemente arrecia la actitud provocativa de Beijing hacia la república insular asiática, con el propósito declarado de eventualmente anexarla a su territorio, respondida por Taipéi con mesura pero con firmeza, a fin de defender su independencia y soberanía. Para tal efecto cuenta con el respaldo de Washington que ha pasado de la tradicional ambigüedad estratégica a la solidaridad activa, incorporando a Taiwán como socio en su estrategia indo-pacífica.

    China continental ha utilizado diversas tácticas con un doble objetivo: el aislar a Taiwán de las organizaciones internacionales, incluyendo a la Organización de Naciones Unidas y sus agencias especializadas, sus actividades, programas y conclaves, y la ruptura de relaciones diplomáticas con países que tradicionalmente han reconocido a la República de China (Taiwán).

    Afortunadamente, Honduras mantiene tradicionales lazos de fraterna amistad con Taiwán, que crecientemente beneficia a ambos pueblos, sin ceder ni a presiones ni a chantajes, comprendiendo aquel refrán popular que mas vale viejo conocido que bueno por conocer.

    La recíproca lealtad ni se compra, ni se alquila, ni se vende al mejor postor. La presencia de Taiwán se hace sentir, de maneras diversas, en los cinco continentes: vía comercio e industria, envío de brigadas sanitarias, asistencia técnica en agricultura, piscicultura, porcicultura, misiones culturales y deportivas, compartiendo generosamente sus amplias experiencias en desarrollo humano sostenible, empoderamiento económico de la mujer, crecimiento económico incluyente, protección del medio ambiente, energías renovables, cambio climático, tanto con países como con organizaciones no gubernamentales y empresa privada.

    Tanto la presidenta Tsai Ing-wen como el resto de sus compatriotas, 23.2 millones de taiwaneses, concluyen que “solo cuando todos tengan la misma representación en la escena internacional, podremos superar nuestros obstáculos comunes y alcanzar el pleno potencial de nuestro planeta y de la humanidad.” Esa filosofía humanista es la que subyace en su enfoque de las relaciones internacionales, redituándole la gratitud de millones de seres beneficiados con esa cosmovisión altruista y fraterna.

    La alternativa, de permanecer indiferentes, será la vertiginosa expansión de la informalidad comercial, con las consiguientes consecuencias tanto para peatones, automovilistas, propietarios de negocios: más y más inseguridad, desorden, violencia, mayores promontorios de basura con el riesgo de epidemias y contaminación ambiental adicional. Tanto a las autoridades como a las y los sampedranos les atañe por igual el ordenamiento citadino.