07/12/2025
01:22 AM

¡Qué lunes!

    El ajuste tocó uno de los puntos más delicados de nuestra economía y las consecuencias inmediatas están a la vista en los precios de las gasolinas, el diésel y el queroseno desde este día. La Comisión Administradora del Petróleo echó las cuentas y con la variación en el mercado internacional, no significativa, y el aumento sustancial del impuesto por importación del combustible, el porrazo en este primer día de la semana es de unos cinco lempiras.

    Aquello de que solo a los dueños de vehículos afectará ya no hay quien se lo trague, pues con anticipación empresas de transporte ya han anunciado su ajuste particular a la nueva situación en los costos. Los más voraces, colectivos, ya han pasado el 15% del impuesto sobre ventas y el alza en los combustibles a los pasajes. Y diga que no...

    La urgencia por incrementar los ingresos está causando un inmenso desgaste al Gobierno que todavía no ha llegado, por lo que en el primer segundo tras su toma de posesión habrá de dar la compensación justa que merece el enésimo sacrificio que estamos realizando todos los hondureños: austeridad, “muy austera”, en el gasto, iniciando por la burocracia con efecto real y no solo con una supuesta novedosa estructura de gobierno.

    Quizás así logre la nueva administración disminuir el malestar de los hondureños. Como otras veces, habrá un acomodo a las medidas fiscales, cuyo objetivo primordial debe ser reducir el déficit fiscal y no financiar el gasto en crecimiento sin límites como queda evidenciado en las deudas, al límite de las posibilidades como país.

    “Dando y dando” es la expresión popular para expresar la retribución o respuesta a la acción de una de las partes. En los dos últimos Gobiernos, el deterioro se ha expresado claramente en el ámbito de los derechos de los ciudadanos, no así en el ambiente burocrático donde han sido acogidos parientes, amigos, correligionarios y vecinos.

    Un adelanto de lo que será el adelgazamiento en la administración pública ha comenzado a conocerse: “superministro”, con la denominación de ministro general del Gobierno, y siete secretarios de Estado sectoriales para dirigir los ministerios actuales, organismos centralizados y descentralizados. Veremos si logran afrontar con éxito que ya es calculado en 700 millones de lempiras de ahorro en la planilla o más bien se disfraza en una esquema empresarial con rincones para promesas y compromisos de campaña.

    La dimensión de la complejidad de la economía no es conocida por la mayoría de los hondureños, quienes sienten y resienten cada uno de los golpes dados a su capacidad adquisitiva en niveles poco más que de subsistencia. El desafío es descomunal, falta respuesta, compensación, al sacrificio obligado con las medidas fiscales.